Hasta ocho comunidades permiten completar la Renta Social Básica con el Ingreso Mínimo Vital. Sin embargo, en las otras nueve, el Ingreso Mínimo Vital ha sido sustituido por los mecanismos regionales.
La precariedad del empleo, las altas tasas de paro, la crisis por la pandemia o el precio de la vivienda hacen cada vez más difícil encontrar el momento para la planificación familiar.
Muchas veces se presentan gastos inesperados que se deben cubrir rápidamente, generados por eventos como accidentes, problemas de salud, pérdida de bienes materiales, entre otros.