El empleo inclusivo a través de un proyecto gastronómico

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05/03/2024 - 16:30
Proyectos para el empleo de personas con discapacidad intelectual

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La Mare Que Va es un proyecto impulsado por la asociación Asindown para formar y ofrecer oportunidades de empleo en hostelería y turismo a personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual.

Su objetivo es romper prejuicios, dar visibilidad y convertirse en ejemplo para una sociedad más tolerante e inclusiva con la discapacidad.

El centro de formación, ubicado en La Marina de Valencia, sirve a su vez de espacio para que empresas e instituciones celebren sus eventos y reuniones. Así, pretende servir como “lanzadera” para que los chicos y chicas participantes puedan finalizar su aprendizaje, adquirir las habilidades profesionales necesarias e incorporarse directamente al mercado de trabajo.

El empleo inclusivo, centrado en la igualdad de oportunidades, hace que la inclusión en este ámbito sea una realidad

Con esta premisa nació la idea del proyecto hace cinco años, cuando el área de Formación para el empleo y Empleo de la asociación Asindown detectó dos grandes necesidades. “Por un lado, el sector de la hostelería presentaba bastantes ofertas para poder contratar auxiliares de sala y de cocina con discapacidad intelectual. Por otro lado, decidimos fortalecer la formación para el empleo que damos en hostelería y sala desde hace seis años ofreciendo visibilidad”, explicó la coordinadora del proyecto, Roberta Lazzari, en una entrevista a Servimedia.

Todas estas tareas culminan con la celebración de los eventos, donde ponen en práctica en un ámbito real todo lo aprendido. La preparación de cada evento arranca con una semana de antelación, momento en que todo el equipo se reúne para decidir qué van a preparar para ese día, cómo se va a hacer y quién se va a encargar de cada tarea, para después comenzar a desarrollarlo. En este sentido, “la clave es que ellos son los protagonistas” y quienes se encargan de ver qué ingredientes se necesitan, recibir la mercancía, revisarla, cocinar y, por último, de la puesta en escena el día del evento y la posterior despedida y desmontaje.

El proceso de formación comenzó el 6 de septiembre, aunque el centro se inauguró de manera oficial, para acoger eventos, el 23 de noviembre. Lazzari apunta que, en este tiempo, “el cambio ha sido brutal, estamos evolucionando y aprendiendo todos muchísimo”. Según señala, la forma de afrontar los eventos también ha cambiado porque al principio era algo que “daba mucho respeto”, pero ahora “el día del evento es un día de fiesta, un día en el que poner en valor todo lo que hemos aprendido y todo lo que sabemos hacer”.

Asegura que los alumnos son “puro entusiasmo” y están encantados “por aprender y poner en práctica todo lo que aprenden”. Además, cuando hay evento “ves cómo cambian el chip” y reconocen que es algo serio en lo que hay que concentrarse.

El aprendizaje continúa una vez terminado el evento a través de la puesta en común y valoración de cómo se ha desarrollado el proceso y cómo se han sentido ellos en este empleo. Esta evaluación tiene como objetivo saber qué aspectos necesitan mejora, así como servir para celebrar y agradecer cuando el evento es satisfactorio.

Los eventos que pueden celebrar las empresas en este espacio se enmarcan en un abanico amplio de opciones que va desde reuniones hasta presentaciones o ‘briefings’ que el centro acoge dentro de su horario lectivo, de lunes a viernes entre las 9 y las 14.30 horas. Por las tardes o durante los fines de semana también organizan eventos gracias a la colaboración de la empresa Catering Gourmet, uno de los impulsores de La Mare Que Va. “De esa manera, conseguíamos cerrar el círculo, les formamos, les ofrecemos prácticas, les damos visibilidad y les permitimos tener sus primeras contrataciones y sus primeras experiencias de empleo para que luego puedan salir al entorno de empresa ordinaria con contratos estables”.

Cocineros reconocidos y deportistas de élite paralímpicos, sumergidos en este proyecto de inclusión laboral

Para este proyecto han sido y siguen siendo muy importantes todas las personas y entidades que han creído en él, se han implicado y han apostado por crear y fomentar oportunidades para los jóvenes participantes. Entre ellos, destacan los embajadores del proyecto, los cocineros Ricard Camarena, Begoña Rodrigo, Germán Carrizo y Carito Lourenço, a quienes también se suma el exatleta paralímpico David Casinos. Todos ellos han conformado una red de sostén e inspiración que ha ayudado en los momentos más difíciles de La Mare Que Va.

Esta “locura de proporciones gastronómicas”, como ellos la definen, espera seguir rompiendo esquemas y sumando los apoyos de todo aquel que acuda al centro. Así, su objetivo es conseguir que las personas salgan con una idea completamente diferente respecto a la discapacidad de la que tenían al entrar gracias al empleo que realizan todos los alumnos.

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