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Con una inversión de cerca de 400 millones de euros, Antofagasta Fase 1, que entrará en operación comercial en las próximas semanas, es el primer proyecto renovable desarrollado totalmente por Repsol en Chile. El parque se ha construido en 19 meses y su producción anual alcanzará 750 GW/h, el equivalente al consumo anual medio de 220.000 hogares chilenos.
En la misma región chilena, Repsol planea la construcción de la Fase 2, que añadirá aproximadamente 450 MW a su cartera de activos renovables.
Un hito para la energía limpia
Repsol ha comenzado a generar electricidad en su mayor parque eólico, ubicado en Chile. Este proyecto, que forma parte de su estrategia global de transición energética, marca un hito importante en la expansión internacional de la compañía en el sector de las energías renovables.
El parque se ha construido en 19 meses y su producción anual alcanzará 750 GW/h, el equivalente al consumo anual medio de 220.000 hogares chilenos.
En la misma región chilena, Repsol planea la construcción de la Fase 2, que añadirá aproximadamente 450 MW a su cartera de activos renovables.
La compañía multienergética inició su actividad en Chile a través de la joint venture −sociedad participada al 50 % por la compañía y el Grupo Ibereólica Renovables−, con la que opera los parques eólicos Cabo Leones III, de 188 MW, y Atacama, de 166 MW, ambos ubicados en la provincia de Huasco, en el desierto de Atacama. Antofagasta Fase 1 y Antofagasta Fase 2 son propiedad al 100 % de la compañía.
Chile: destino estratégico para Repsol
Chile se ha convertido en uno de los mercados clave para la compañía en materia de renovables. El país sudamericano cuenta con ambiciosos objetivos de descarbonización y ha desarrollado un marco regulatorio favorable a la inversión extranjera. Repsol ha apostado firmemente por este país como parte de su plan estratégico para 2025, que contempla alcanzar una capacidad instalada de 6.000 MW en energías limpias.
En la actualidad, la compañía tiene cerca de 4.000 MW renovables operativos y una cartera global de proyectos de 60.000 MW en distintas fases de desarrollo.
Repsol acelera su transición energética global
Este nuevo parque eólico forma parte del proceso de transformación de la empresa, que busca convertirse en una compañía multienergética líder en bajas emisiones. Desde que anunció su compromiso de ser una empresa con cero emisiones netas en 2050, la multinacional ha incrementado significativamente sus inversiones en energías limpias.
Es importante construir más parques eólicos porque ayudan a combatir el cambio climático, reducen la dependencia de combustibles fósiles y generan energía limpia de forma sostenible.
1. Energía limpia y renovable
Los parques eólicos aprovechan el viento, una fuente natural e inagotable, para generar electricidad sin emitir gases contaminantes ni dióxido de carbono (CO₂), lo que contribuye directamente a la lucha contra el calentamiento global.
2. Reducción de la dependencia energética
Al producir energía localmente, los parques eólicos reducen la necesidad de importar petróleo, gas o carbón, fortaleciendo la seguridad energética de los países y reduciendo su vulnerabilidad ante crisis internacionales o subidas de precios.
3. Generación de empleo y desarrollo rural
La construcción y mantenimiento de parques eólicos crea empleo directo e indirecto, especialmente en zonas rurales o despobladas, impulsando la economía local y favoreciendo el desarrollo de comunidades cercanas.
4. Costes bajos a largo plazo
Aunque la inversión inicial puede ser alta, la energía eólica tiene bajos costes de operación y mantenimiento. Una vez instaladas, las turbinas generan electricidad barata y estable, lo que también puede contribuir a abaratar el precio de la luz.
5. Bajo impacto ambiental
Comparada con otras fuentes, la energía eólica tiene un impacto ambiental reducido. No genera residuos tóxicos ni consume agua para funcionar, y sus instalaciones pueden coexistir con actividades agrícolas o ganaderas.
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