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En un acto celebrado centrado en el marco del Fórum Europa. Tribuna Catalunya, la consejera de Educación de la Generalitat de Cataluña, Esther Niubó, reiteró su defensa del catalán como una herramienta de inclusión y progreso.
El evento, organizado por Nueva Economía Fórum en Barcelona, sirvió como plataforma para que Niubó abordara uno de los temas más debatidos en la política educativa catalana: el papel de la lengua catalana en las aulas.
El catalán como motor de igualdad y oportunidades
Durante su intervención, la consejera quiso subrayar que el uso de la lengua en el sistema educativo no debe interpretarse como una imposición, sino como una auténtica “oportunidad” para la ciudadanía. “El catalán no es trinchera, no va en contra de nadie”, afirmó Niubó, en alusión a las críticas que a menudo sitúan la lengua catalana en el centro del debate político y judicial.
Para Niubó, la lengua catalana es mucho más que un medio de comunicación. Se trata, según sus palabras, de un auténtico “pasaporte social, cultural y profesional” para millones de personas que viven en Cataluña. En este sentido, defendió su valor como instrumento de cohesión y de integración en una sociedad diversa.
Respetar la ley, pero con el foco en el Parlament
En relación con la sentencia judicial que exige garantizar al menos un 25 % de enseñanza en castellano en las aulas catalanas, la consejera aseguró que el Govern de Salvador Illa acatará la legislación emanada del Parlament de Cataluña. Esta normativa establece que tanto el catalán como el aranés son lenguas vehiculares en el sistema educativo.
Niubó dejó claro que la Generalitat está comprometida con el cumplimiento de esta ley y con el impulso del idioma de la comunidad desde el ámbito educativo, sin que ello suponga relegar otras lenguas.
Un pacto social por la lengua de la autonomía
Niubó aprovechó también su intervención para hablar del “fuerte compromiso” del futuro Ejecutivo catalán con la promoción de un gran “pacto por la lengua”. Este pacto aspira a integrar todas las sensibilidades en torno al uso de la lengua catalana y fomentar una convivencia lingüística que favorezca el diálogo y evite la polarización.
Lejos de plantear la lengua catalana como un elemento de confrontación, la consejera insistió en que las lenguas deben ser siempre “instrumentos de diálogo” y nunca “armas de confrontación”. En esta línea, subrayó que otras lenguas, como el castellano o las lenguas de origen de la población migrante, son también bienvenidas en la escuela catalana, aunque el catalán debe seguir siendo el eje vertebrador.
El objetivo: un solo pueblo, cohesionado por la lengua
Niubó cerró su discurso con un mensaje integrador: el objetivo del modelo lingüístico catalán es construir “un solo pueblo”, en el que la lengua catalana actúe como factor de cohesión y promoción individual y colectiva. De este modo, reafirmó la voluntad de la Generalitat de Cataluña de seguir impulsando políticas educativas que refuercen el uso de la lengua catalana, al tiempo que respeten la pluralidad lingüística de la sociedad catalana.
Con estas declaraciones, la consejera de Educación envió un mensaje claro: el futuro del catalán en las aulas pasa por el consenso, el diálogo y la convicción de que la lengua es, por encima de todo, un derecho y una oportunidad para todos
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