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El sector de la ropa de segunda mano es clave para la creación de empleo y el crecimiento económico en África. Es la principal conclusión de un estudio basado en el impacto que la ropa importada, principalmente de Europa, provoca en cinco países africanos: Angola, Guinea-Bissau, Malawi, Mozambique y Zambia.
“Casi 1,3 millones de personas están empleadas en este sector, la gran mayoría, en el empleo informal. También tiene un impacto positivo en el aumento de los ingresos públicos y en la reducción de los índices de pobreza, ya que repre- senta una fuente de ingresos en muchos hogares”, afirma el documento.
El informe revela que este tipo de comercio es un motor vital de empleo, especialmente en países en los que la agricultura no mecanizada domina el mercado laboral. Basándose en el estudio de casos de Ango- la, Guinea-Bissau, Malawi, Mozambique y Zambia, ofrece los siguientes datos: 1,28 millones de personas están empleadas en este sector en estos países; cada tonelada de ropa importada mantiene una media de 6,5 puestos de trabajo, lo que representa hasta el 25 % del empleo total del sector servicios en los citados países.
Cinco grandes conclusiones sobre la ropa de segunda mano
Las principales conclusiones del informe, basadas en datos extraídos en los cinco países, son las siguientes:
⮞ Fortalecimiento de los medios de subsistencia: el sector de la ropa de segunda mano ayuda a más de 2,5 millones de personas, al ofrecer oportunidades de diversificación de ingresos.
⮞ Contribuciones fiscales: El sector genera más de 73,5 millones de dólares anuales en ingresos fiscales para los gobiernos de Angola, Guinea-Bissau, Malawi, Mozambique y Zambia, financiando servicios públicos e infraestructuras esenciales.
⮞ Consumo: Las opciones de ropa asequible y de alta calidad que ofrece el comercio de ropa de segunda mano permiten a los ciudadanos de hogares con bajos ingresos acceder a prendas de vestir esenciales.
⮞ Oportunidad industrial: Contrariamente a las ideas erróneas, el crecimiento de las importaciones de ropa usada no es el principal motor del declive de la fabricación textil en África. Las economías africanas se en- frentan a otros retos, como el acceso a las materias primas y la inversión en instalaciones y maquinaria, que contribuyen al declive del sector.
⮞ Empleo verde en una economía circular: El sector de este tipo de ropa encarna los principios de la economía circular, prolonga el ciclo de vida de los textiles y promueve la sostenibilidad. Apoyar su crecimiento puede crear más empleos verdes y mitigar el impacto medioambiental.
“El informe subraya la urgente necesidad de que los responsables políticos cuestionen su enfoque del comercio de ropa de segunda mano, reconociendo sus significativas contribuciones socioeconómicas y su potencial para un mayor crecimiento. Con inversiones estratégicas y políticas de apoyo, este sector puede potenciarse para crear más empleos verdes y mejorar la vida de millones de personas más en África”, indica el estudio.
Patrick Diamond, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Queen Mary de Londres y editor del documen- tos, asegura: “El sector de la ropa de segunda mano es una fuerza económica importante en África, en contra de la idea errónea común de que compite con las industrias textiles locales. En realidad, las complementa, enrique- ciendo las economías locales y proporcionando ropa esencial a precios asequibles. El apoyo estratégico de los responsables políticos puede liberar un potencial aún mayor dentro de este sector”.
Hilda Kavenuke, minorista de ropa de segunda mano en Zambia, explica: “Este negocio apoya a mi familia y a la comunidad entera. Cada envío de ropa que recibimos se convierte en múltiples oportunidades, no sólo en ventas, sino en puestos de trabajo para muchas personas a lo largo de la cadena de suministro. Potenciar este sector puede transformar verdaderamente las comunidades al crear más puestos de trabajo y mantener a más familias”.
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