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El Hospital Universitario Infanta Elena -centro público de la Comunidad de Madrid- ha optimizado su oferta asistencial en Psiquiatría Infanto-juvenil como resultado de un conjunto de estrategias diseñadas para mejorar la accesibilidad, eficacia y calidad de la atención en salud mental para población menor de edad.
El doctor Sergio Benavente, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Infanta Elena, explicó que “para ofrecer a los pacientes un acceso de calidad y ágil en este ámbito sanitario, dada la incidencia de problemas de salud mental en la infancia y adolescencia, hemos trabajado en tres ámbitos clave: la consolidación del equipo, la implementación de programas específicos y la optimización de los protocolos administrativos y clínicos”.
Así, uno de los pilares más relevantes en esta transformación ha sido la estabilidad y especialización del equipo. “Los cambios constantes de profesionales suponen un obstáculo para la eficiencia y la calidad del tratamiento, por lo que crear un clima de trabajo motivador y que fomente el desarrollo profesional nos ha permitido consolidar un equipo fijo de salud mental infanto-juvenil”, destaca el Dr. Benavente. Este equipo está formado por psiquiatras, psicólogos, neuropediatras, enfermeras especializadas y trabajadoras sociales, lo que permite ofrecer una atención integral y coordinada.
La creación de programas especializados ha sido otro de los factores diferenciales. “Hemos desarrollado unidades específicas para el diagnóstico del trastorno del espectro autista (TEA), el tratamiento de la ansiedad, la prevención del suicidio y la atención a los trastornos de la conducta alimentaria. Esto ha permitido una detección temprana, lo que ha optimizado la salud de los pacientes y los recursos sanitarios”, apostilla el especialista. En el caso del Programa de prevención del suicidio, se ha establecido una consulta específica que garantiza la atención en menos de una semana para los casos de mayor riesgo, además de un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea.
Un modelo asistencial más eficaz para niños y adolescentes
De este modo, resumiendo, el Hospital Universitario Infanta Elena, ubicado en la Comunidad de Madrid, ha implementado mejoras significativas en su servicio de salud mental infanto-juvenil. Esta iniciativa responde a la creciente demanda de atención psicológica y psiquiátrica entre la población más joven, derivada de factores como el impacto de la pandemia, el uso intensivo de redes sociales y el aumento de diagnósticos de trastornos emocionales. La optimización del servicio no solo busca reducir los tiempos de espera, sino también ofrecer un enfoque integral y personalizado.
La renovación del modelo asistencial incluye el refuerzo de equipos multidisciplinares, donde psiquiatras, psicólogos clínicos, enfermeros especializados y trabajadores sociales colaboran estrechamente para garantizar una atención completa. Además, se han implementado protocolos de evaluación más ágiles y una mayor coordinación con centros educativos y servicios sociales.
Nuevos recursos y más cercanía para las familias
Uno de los pilares clave de esta mejora es la incorporación de nuevos espacios de atención en salud mental especialmente diseñados para niños y adolescentes. Estas áreas permiten trabajar en un entorno más amable y adaptado a las necesidades de los pacientes jóvenes, favoreciendo la comunicación y la confianza durante el proceso terapéutico.
También se han potenciado las herramientas de telemedicina, facilitando así el seguimiento de casos desde casa cuando las condiciones lo permiten, algo especialmente útil para familias con dificultades de desplazamiento. Asimismo, se han programado talleres grupales para padres, con el objetivo de empoderarlos como agentes de apoyo emocional dentro del entorno familiar.
Prevención e intervención temprana como prioridad
El Hospital Infanta Elena considera fundamental actuar con rapidez en los primeros signos de malestar emocional o conductual. Por ello, la estrategia incluye una mayor atención a la prevención, con campañas informativas en centros escolares y colaboración directa con pediatría de atención primaria.
La detección precoz de problemas de salud mental como ansiedad, depresión, TDAH o trastornos del comportamiento permite aplicar tratamientos más eficaces y evitar que las situaciones se agraven. Además, el hospital está desarrollando programas específicos de intervención breve en crisis, que buscan contener los episodios agudos y evitar ingresos prolongados.
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