Jugadoras de la selección femenina de fútbol de USA pidieron cobrar lo mismo que la selección masculina

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04/05/2020 - 07:31
Duro varapalo al fútbol femenino en Estados Unidos

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El mal llamado fútbol femenino es un fenómeno creciente en el mundo entero. Los estadounidenses son un gran ejemplo de ello. El “soccer” levanta pasiones en Norteamérica y así lo quieren reivindicar.

La National Women Soccer League (NWSL) llena estadios en todas las ciudades de USA, por ello, las jugadoras de la selección femenina de fútbol de USA pidieron cobrar lo mismo que la selección masculina.

Además, el conjunto femenino es uno de los mejores del mundo habiendo ganado cuatro Campeonatos del Mundo (1991, 1995, 2015 y 2019) entre los que destacan el del año pasado en Francia, éxito de audiencia en Estados Unidos y también en España. Además, las jugadoras estadounidenses han sido 5 veces medalla en los Juegos Olímpicos. La primera medalla la consiguieron en casa, en Atlanta y fue de oro. Tras ella, la única medalla de plata en Sidney. En Atenas, Pekín y Londres volvieron al sitio más alto del cajón.

En nuestro país fue éxito de audiencia y fue una “novedad” dado que fue narrado íntegramente por mujeres y retransmitido en abierto por el canal GOL. Tras estos éxitos y ante la incredulidad de las jugadoras, la plantilla al completo decidió poner una demanda a la Federación de Fútbol de Estados Unidos al considerar que no “están lo suficientemente bien pagadas” con respecto a los hombres.

La selección femenina interpuso la demanda el año pasado

La selección femenina está bañada en los éxitos de los cuáles carece la selección masculina. La selección que capitanean jugadoras como la polémica Megan Rapinoe y Alex Morgan decidió demandar a la Federación el 8 de marzo del año pasado. No sólo coincidió con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora sino que coincidió con el año en el que la selección norteamericana ganó su último Mundial.

La selección nacional de EEUU al completo (28 jugadoras) argumentaba que “ha generado más beneficio, ha jugado más partidos, ha ganado más partidos y campeonatos y ha generado más audiencia de televisión” que la selección masculina. Ese mismo año acabarían ganando el Mundial de Francia. Antes, ellas tenían el récord de espectadores de un partido de fútbol en EEUU, 23 millones, en la final del Mundial de 2015.

Además, en este documento se detalla que la selección de Rapinoe y Morgan sólo cobran si ganan y juegan contra los diez mejores del Ranking FIFA. Algo que si hablamos de la selección masculina es impensable. La selección masculina cobra siempre que se produce un parón FIFA. En consecuencia, el sueldo máximo al que puede aspirar una jugadora de la selección femenina es 99.000 dólares al año, sobre la base de que jueguen 20 amistosos, mientras el de un hombre puede llegar a 263.000.

La Selección femenina de Estados Unidos celebrando el Mundial de 2019 / OKDiario
La Selección femenina de Estados Unidos celebrando el Mundial de 2019 / OKDiario

¿Qué reclamaban las jugadoras de la selección femenina de Estados Unidos?

Las jugadoras reclamaban 66 millones de dólares en compensación por el dinero supuestamente no percibido. “Estamos decepcionadas con la decisión, pero no vamos a cesar de trabajar duro por la igualdad salarial”, dijo en un comunicado Molly Levinson, que actúa como portavoz de las jugadoras. El viernes, coincidiendo con el Día Internacional del Trabajador, la selección sufrió un varapalo. El juez considera que no hay base para buscar la mejora salarial en los tribunales.

EEUU es un país de oportunidades para el fútbol femenino

El fútbol se hizo un hueco durante los años 80 y 90 en un país donde mandaba el béisbol, el fútbol americano y el baloncesto. En 1980 había 40.000 chicas jugando al fútbol en los institutos de secundaria de Estados Unidos, según las cifras de la Federación de Institutos. En 2015 eran 375.000: el 20% de todas las chicas de secundaria que hacen algún deporte, juegan al fútbol. Por tanto, si una mujer tiene talento jugando al fútbol, lo más probable es que dentro del sistema que da prioridad a los deportistas de alto rendimiento en Estados Unidos, termine jugando durante su época universitaria como una profesional gracias al sistema universitario.

Esa época entre los 18 y los 22 años es el periodo en el que se decide si una chica va a intentar ser profesional o no. Y en España, todas las condiciones juegan en contra. El fútbol en Europa está en manos de poderosos clubes privados, no de las universidades. Julia Hernández acabó la carrera el año pasado y se volvió a España. Ella comenzó a jugar al fútbol a los 12 años y durante su época universitaria ha jugado en la universidad de UCLA, dónde el Real Madrid ha realizado varios años la pretemporada.

Hernández declaró a El País el año pasado que: “Cuando haya más dinero en el fútbol femenino, el sistema universitario de Estados Unidos se va a quedar atrás”. Es decir, si los clubes europeos les dan a las chicas buenas condiciones para formarse en la época clave de su carrera, acabarán siendo mejores, igual que los chicos. “Si yo tengo 17 años y me dan 3.000 euros en España me quedo allí. Me vendría a EEUU por otras cosas, pero no a jugar al fútbol”.

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