El impacto de la Inteligencia Artificial en la sexualidad humana

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06/10/2023 - 11:46
Inteligencia Artificial y la sexualidad

Lectura fácil

Nos equivocamos al pensar que la Inteligencia Artificial es una herramienta tecnológica novedosa y aún por descubrir. Si bien es cierto que la totalidad de sus aplicaciones de momento sigue siendo infinita, esto no quita que otros ya hayan visualizado posibles escenarios de su aplicación en el vida diaria de esta tecnología, cuyos primeros pasos iniciaron a principios de los años 40. Por supuesto, la pionera siempre es la ciencia ficción, que se ha mostrado más acertada de lo esperado.

Todavía no habrá coches voladores, pero ya se plantean las relaciones con robots de forma naturalizada, las "transhumanidad", la valoración por puntos de las personas o el desarrollo de una Inteligencia Artificial capaz de generar consciencia de la que incluso podemos llegar a enamorarnos. Es por eso que el debate ético sobre el uso de esta tecnología se encuentra cada vez más presente. Pero, ¿seremos capaces de contenerla con nuestras herramientas como leyes y normas?

El impacto de la Inteligencia Artificial en la sexualidad humana

Más allá de un uso meramente utilitario de la Inteligencia Artificial, como puede ser el redactar textos en cuestión de segundo o el de encontrar patrones para dar con caminos de investigación en el plano de la medicina, la IA también empieza a tener un importante impacto en otras cuestiones que tienen que ver más con nosotros como seres humanos. En este sentido, la sexualidad y toda la compleja red que la componen, entran en juego dibujando un escenario desconocido, que puede resultar incómodo y hasta aterrador.

En estos días no hemos dejado de ver noticias sobre las nuevas estafas basadas en el 'deepfake', una tecnología que es capaz de sustituir rostros en contenidos audiovisuales para que parezcan completamente naturales. Esto puede ir desde su uso para suplantar la identidad de una persona y estafar dinero, hasta generar contenido pornográfico "a la carta". ¿Qué no te gusta el rostro de la actriz porno? Cámbialo por el de Scarlett Johanson, o ¿por qué no con el de tu vecina a la que sigues en Instagram?

Y sí, en este asunto también habrá un sesgo de género, en el que las mujeres volverán a encontrar otro espacio en el que ser tremendamente vulnerables. Y si no, que se le cuenten a las tres menores de edad, cuyos compañeros de clase "desnudaron" gracias a una aplicación de Inteligencia Artificial. Con estos escasos ejemplos, quizá solo seamos capaces de imaginar una pequeña parte de lo que puede llegar a provocar en cuanto al uso ilegal de imágenes para generar contenido perjudicial.

El sesgo de género no se va

El sesgo de género es algo que por supuesto tampoco desaparece con la Inteligencia Artificial, ya que su capacidad se basa en conocimientos y datos acumulados, si estos cuentan con el sesgo, pues la respuesta está dada. Pero no solamente eso. En una sociedad en la que todavía se arrastran comportamientos y políticas basadas en una ideología machista, obviamente el uso de esta herramienta no va a huir de ella y es probable que incluso lo magnifique.

Esto también implicará la ética de los desarrolladores de las IAs, pero también generará la necesidad de leyes más eficaces, que por desgracia siempre van un paso por detrás de las tecnologías. Es en este escenario en el que la precaución con nuestros datos personales, sobre todo en el de los biométricos, cobra una nueva dimensión por encima al de ser estafados económicamente.

Más allá de la perversión

Si dejamos atrás las posibilidades relacionadas con una agresión a nuestra sexualidad en un plano totalmente virtual, hablemos sobre la que incluye a nuestras emociones y vínculos. Lo que vimos en la película de 2013 protagonizada por Joaquín Phoenix, 'Her', ya está ocurriendo en nuestros días. Generar vínculos emocionales con programas de IA, tan fuertes que incluso algunos deciden casarse con ellos, ya es una realidad, y no solo en Japón.

Desde utilizar IAs para ligar por Tinder, hasta utilizar otras plataformas que utilizan perfiles gestionados por IAs para que te relaciones y "ligues" con ellas ya es algo que está pasando en España. Pero, ¿cómo puede llegar a afectar esto en el plano psicológico de una persona? La vivencia puede sentirse tan real como puede ser el tener una relación a distancia, donde solo tienes el texto escrito y algunos audios para relacionarte con tu pareja.

La cuestión deja de ser por tanto si el ser humano está preparado éticamente para enfrentar a la Inteligencia Artificial y pasa a cuestionar si lo estamos a nivel emocional. De momento las respuestas se ven ambiguas.

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