El 65 % de los españoles admite creer en las supersticiones y más de la mitad lleva un amuleto de la suerte

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
18/05/2025 - 09:00
Supersticiones en España

Lectura fácil

Desde evitar pasar por debajo de una escalera hasta tocar madera para alejar la mala suerte, las supersticiones llevan siglos acompañando a la población en su vida cotidiana. A día de hoy, y a pesar de vivir en una sociedad cada vez más digitalizada y racional, estas creencias siguen estando muy presentes en el día a día. Así lo confirma un reciente estudio de Spin Genie, realizado a través de la plataforma Pollfish, que revela que más del 65 % de los españoles se considera supersticioso y actúa en consecuencia para atraer la buena suerte o evitar lo negativo.

España, uno de los países con mayor creencia en las supersticiones

Estas cifras sitúan a España como uno de los países más supersticiosos de Europa, ya que en otros lugares esta tendencia ha perdido fuerza con el paso del tiempo. En cambio, en nuestro país no solo se mantienen, sino que muchas supersticiones han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, llegando a influir en la rutina diaria, el bienestar emocional e incluso en el desarrollo personal de muchas personas.

El mismo estudio revela que el 68 % de los encuestados afirma llevar consigo algún tipo de amuleto o símbolo protector. “Desde colgantes o pulseras hasta pequeños objetos con valor sentimental, estos talismanes siguen siendo una forma de sentirnos protegidos ante lo desconocido”, explican desde Spin Genie en su blog. 

Antes de momentos o eventos importantes, como puede ser una entrevista de trabajo, un examen o un viaje, las supersticiones positivas ofrecen una sensación de seguridad y protección. “Aunque sabemos que no hay una base científica detrás, lo cierto es que estas creencias nos hacen sentir más seguros, más preparados y con algo más de control sobre lo que no podemos controlar”, siguen.

Las clásicas creencias españolas que nunca fallan

Hay supersticiones que resisten al paso de los años. Algunas de las más evitadas son romper un espejo, cruzarse con un gato negro, dejar unas tijeras abiertas o brindar con agua. Además, ciertas creencias pierden fuerza, como el tradicional miedo al número 13, por ejemplo, ya que, según el mismo informe, solo afecta al 43 % de las personas, lo que indica un cambio generacional en la percepción de algunos símbolos clásicos.

Por otra parte, están los gestos para atraer la buena suerte, como es tocar madera, encontrar un trébol de cuatro hojas o pedir un deseo al ver una estrella fugaz. Estas acciones, aunque aparentemente inofensivas, reflejan una necesidad psicológica de protección y esperanza ante situaciones inciertas.

De tocar madera a evitar el número 17: ¿cómo se vive la superstición en otros lugares de Europa?

Aunque muchas supersticiones son compartidas a nivel internacional, cada país ha desarrollado sus propias creencias populares. En Italia, por ejemplo, no es el número 13, sino el 17 el que se considera portador de mala suerte, hasta el punto de que muchos hoteles, cruceros y aerolíneas evitan incluirlo.

En Francia, dejar el pan boca abajo en la mesa se asocia tradicionalmente con la desgracia, mientras que en Alemania se evita desear “buena suerte” antes de un examen o actuación, ya que se cree que trae el efecto contrario.

Estas diferencias culturales muestran que, aunque muchas supersticiones parten de ideas parecidas, cada sociedad las interpreta a su manera y las adapta a sus propias creencias, historias y formas de ver el mundo.

Añadir nuevo comentario