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Tras años de guerra, líderes talibanes publican sus memorias para contar su versión del conflicto con Occidente. Sus libros buscan justificar su lucha y dar forma a una nueva narrativa desde el poder.
Talibanes narran su versión de la guerra a través de memorias personales
Instalados nuevamente en el poder desde 2021, varios líderes talibanes han decidido relatar su historia desde su propia perspectiva. Lejos del campo de batalla, ahora empuñan plumas en lugar de armas para escribir memorias que buscan dar su versión sobre dos décadas de conflicto con Occidente.
Durante años, múltiples publicaciones han abordado la guerra en Afganistán desde una visión occidental. Sin embargo, los talibanes acusan a esos relatos de ofrecer una imagen incompleta o distorsionada de los hechos. En respuesta, algunos de sus miembros más influyentes han comenzado a publicar libros autobiográficos en los que defienden sus razones para luchar.
Uno de ellos es Jalid Zadran, actual portavoz de la policía de Kabul y excombatiente de la red Haqqani, una facción temida y cercana al movimiento talibán. En su libro de 600 páginas, titulado 15 Minutos, Zadran cuenta cómo vivió los primeros ataques estadounidenses en su región natal de Khost.
El título hace referencia al corto margen de tiempo con el que logró escapar de un ataque con drones. En sus páginas, describe su infancia marcada por la violencia, y cómo decidió unirse a la resistencia en nombre de lo que considera la libertad de su país.
La narrativa del daño sufrido
Otro testimonio destacado es el de Muhajer Farahi, viceministro de Información y Cultura. En su obra Memorias de la yihad, 20 años bajo la ocupación, Farahi sostiene que Estados Unidos nunca buscó realmente un diálogo y que la invasión ya estaba planeada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Según él, los talibanes intentaron negociar la entrega de Osama bin Laden, pero fueron ignorados.
Farahi acusa directamente a Estados Unidos de haber sembrado la división entre los afganos y de haber causado un profundo daño con sus bombardeos e intervenciones. “La guerra fue una excusa para imponer su cultura a otras naciones”, escribió.
Estas memorias, aunque centradas en las vivencias personales de los autores, también cumplen una función política. Refuerzan el discurso del actual régimen y alimentan la narrativa del llamado “emirato islámico”. Sin embargo, críticos señalan una ausencia notable: las víctimas civiles de los atentados talibanes apenas son mencionadas en estos libros.
Zadran afirmó que la primera tirada de su libro se agotó rápidamente, y que ya se prepara una nueva edición. Esto sugiere un fuerte interés local por leer estas historias desde el punto de vista de los excombatientes.
Una nueva lucha: el reconocimiento
Ambos autores cierran sus libros en el año 2021, cuando los talibanes recuperaron el control del país. No abordan cómo ha cambiado su papel desde la guerra a la administración. Ahora, su batalla es otra y buscan el reconocimiento internacional y el fin del aislamiento.
“La guerra ha terminado”, declaró Farahi. “Queremos relaciones pacíficas con todos”. Mientras tanto, el mundo observa con cautela el rumbo que tomará Afganistán bajo su mandato.
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