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Roma, 26 oct (EFE).- La huelga general en Italia, convocada por sindicatos minoritarios, a la que estaban llamados los trabajadores de los sectores públicos y privados para pedir mejoras salariales y otros derechos, ha transcurrido hoy con escaso seguimiento.
La huelga fue una iniciativa de los sindicatos minoritarios Cub, Sgb, Si-Cobas, Usi-Ait y Sisa que reivindican, entre otras cuestiones, subidas salariales y en las pensiones, y protestan contra las privatizaciones, además de pedir mejoras en los sistemas de salud, seguridad y transportes.
A esta convocatoria estuvieron llamados los trabajadores de los sectores públicos y privados, pero la jornada transcurrió sin incidentes significativos.
En Roma, donde la huelga comenzó a las 8.30 hora local (6.30 GMT), el metro operó con normalidad mientras que hubo algunos retrasos en las líneas de autobuses y de trenes.
Precisamente en el sector ferroviario, se produjeron algunas cancelaciones pero funcionaron las principales conexiones entre ciudades y la alta velocidad.
En Milán, las autoridades informaron en un comunicado de que las líneas de metro y autobuses funcionaban con regularidad aunque hubo algunas que tuvieron que ser desviadas por manifestaciones organizadas en el centro histórico.
La huelga también se celebró en ciudades como Bolonia, donde la adhesión fue de un 35 %, o en Nápoles y en Génova, donde fue aún menor.
El paro en el sector aéreo provocó la cancelación de algunas líneas en los aeropuertos de Bolonia, Milán Malpensa y Linate, mientras que en el servicio de Bomberos, la huelga se observó solo entre las 8.00 (6.00 GMT) y las 14.00 (12.00 GMT) horas.
La mayoría de los colegios y universidades de Italia abrieron sus puertas, aunque hubo algunas que se sumaron a los paros, mientras que los hospitales y centros sanitarios también operaron con normalidad.
El problema de los transportes en la capital italiana es una de las causas por la que mañana está convocada una manifestación, organizada por varias asociaciones de ciudadanos, bajo el eslogan "Roma dice basta".
Igualmente, el próximo 11 de noviembre se celebrará en la capital italiana una consulta sobre la posibilidad de privatizar el servicio de transportes que gestiona la empresa Atac, que para ser válida debe superar la cifra del 33 % de participación, es decir, deben votar al menos 800.000 ciudadanos romanos.
La huelga se produjo mientras el Gobierno italiano sigue manteniendo un pulso con Bruselas por los presupuestos para 2019, cuyo borrador ha rechazado la Comisión Europea en una decisión sin precedentes.
La CE pidió el pasado 23 de octubre a Italia un nuevo borrador presupuestario y el país tiene ahora hasta el 13 de noviembre para contestar.
Sin embargo, los líderes del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, y de la Liga, Matteo Salvini, siguen defendiendo el plan para el año que viene y se niegan a rectificarlo.
"Estamos trabajando en unos presupuestos que ayudarán a los más débiles", dijo hoy Di Maio.
Salvini señaló por su parte que el Ejecutivo está convencido con las decisiones que ha tomado y no corregirá su plan presupuestario "ni un milímetro".
Los inversores siguen mirando con atención a Italia mientras que la prima de riesgo, que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo plazo, sigue por encima de los 300 puntos básicos.
Este viernes, la prima de riesgo ha tocado los 318 puntos, aunque después ha bajado ligeramente y se ha mantenido en torno a los 309 puntos.
Italia además espera hoy la revisión de su nota de deuda soberana que emitirá la agencia de calificación Standard & Poor's, después de que hace una semana la agencia Moody's rebajara la calificación de la deuda de Italia desde aprobado (Baa2) a aprobado bajo (Baa3).
Moody's dejó así la nota de solvencia del país solo un escalón por encima del 'bono basura', aunque con perspectiva estable.
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