Esther Gómez, enfermera, explica por qué ignorar el vello nasal puede aumentar el riesgo de infecciones

En plena primavera, muchos confunden los molestos síntomas de moqueo y resfriados con alergias, pero ¿sabías que un hábito común podría estar aumentando el riesgo de infecciones respiratorias? La enfermera y divulgadora científica Esther Gómez alerta sobre la eliminación del vello nasal, una defensa natural que muchas personas sacrifican por estética, sin saber que están dejando la puerta abierta a virus y bacterias.

La importancia del vello nasal en la protección contra infecciones respiratorias

Durante la primavera, muchas personas experimentan síntomas como moqueo nasal y resfriados frecuentes, los cuales a menudo se confunden con alergias. Sin embargo, según Esther Gómez, enfermera experta en urgencias y divulgadora científica, existe un hábito muy común en España que podría incrementar el riesgo de sufrir infecciones respiratorias: eliminar el vello nasal.

El vello dentro de la nariz, conocido como vibrisas, cumple una función protectora crucial. Aunque muchas personas lo quitan por razones estéticas, este vello actúa como una barrera natural que impide la entrada de virus, bacterias y otros agentes patógenos presentes en el aire. Al eliminarlo, se pierde esta defensa, facilitando que los gérmenes accedan a las vías respiratorias y puedan provocar infecciones que, de otro modo, podrían evitarse.

El organismo humano está diseñado con múltiples mecanismos para protegernos de infecciones. Un claro ejemplo son las pestañas, que evitan que polvo y microbios entren en los ojos. De forma similar, el vello nasal filtra el aire que respiramos, atrapando partículas potencialmente dañinas antes de que lleguen a los pulmones.

A pesar de que muchas personas desconocen esta función, eliminar el vello nasal puede ser perjudicial para la salud, ya que se pierde esta primera línea de defensa. Además, mantener una correcta higiene nasal ayuda a que esta función protectora sea más efectiva.

Consecuencias de eliminar el vello

Cuando cortamos o depilamos el vello de la nariz, abrimos una puerta para que bacterias y virus entren sin dificultad al organismo. El resultado puede ser un aumento en la frecuencia de resfriados, infecciones respiratorias y una mayor producción de mucosidad.

Como explica Esther Gómez, estos pelillos son flexibles y cumplen su función especialmente bien en condiciones normales. Sin embargo, el frío puede hacer que se vuelvan rígidos y pierdan efectividad. Cuando esto ocurre, el cuerpo activa un mecanismo secundario para defenderse: produce mucosidad para crear una barrera alternativa que impida la entrada de gérmenes.

El papel de la mucosidad en la defensa del organismo

El aumento de mucosidad no es un problema en sí mismo, sino una respuesta natural del cuerpo para protegerse cuando la barrera del vello nasal falla. Este mecanismo “plan B” es la manera en que el organismo se defiende ante la ausencia o mal funcionamiento del vello nasal. Por eso, en épocas de frío o cuando el vello ha sido eliminado, es común experimentar más secreción nasal.

En general, dejar los pelitos en la nariz puede parecer un detalle menor, pero es un elemento esencial para proteger nuestra salud respiratoria. Antes de eliminar ese vello, es importante valorar su función y comprender que, a pesar de la apariencia, contribuye significativamente a evitar que virus y bacterias entren a nuestro cuerpo.