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Carlos Alcaraz ha vuelto a escribir su nombre en la historia del tenis. El joven de 22 años ha consolidado su reinado en la Arthur Ashe al vencer a su gran rival, Jannik Sinner, en la final del US Open (6-2, 3-6, 6-1 y 6-4). Esta victoria no es una más; representa su sexto título de Grand Slam. Con solo 22 años, Alcaraz ya se une a una lista de leyendas del tenis, siendo, junto a Bjorn Borg y Rafa Nadal, los únicos en haber alcanzado seis títulos grandes antes de cumplir los 23 años. Ahora, tendrá la oportunidad de aumentar esa cuenta en el Abierto de Australia de 2026. Pero antes de pensar en el futuro, es momento de saborear la victoria del español en Flushing Meadows. Con un dominio superior, Alcaraz demostró por qué es el ganador US Open.
Si Jannik Sinner se recuperó de la dolorosa derrota en Roland Garros, donde tuvo tres pelotas de partido, Alcaraz también se desquitó de la derrota en Wimbledon, obteniendo su revancha en el US Open. Así son ellos: un golpea, el otro aprende y devuelve el golpe. Se alimentan mutuamente, elevando el nivel del tenis. En los últimos dos años, se han repartido todos los Grand Slams de forma equitativa: cuatro para Sinner y cuatro para Alcaraz, que en total suma seis.
Alcaraz, el ganador US Open, muestra su madurez
¿Qué significa aprender en el tenis? Para Alcaraz, es entender que, contra el pelirrojo de San Cándido, no tiene sentido entrar en un intercambio de poder a poder constantemente, ya que puede ser demoledor. Por ello, el pupilo de Juan Carlos Ferrero jugó un primer parcial casi perfecto. Cuando el ritmo se volvía diabólico, el español lo frenaba con un revés cortado o una bola alta. ¿Qué es progresar? Es saber que los rivales ya te han estudiado y pueden leer tus intenciones, y convertir esa batalla psicológica en un punto a tu favor. El ganador US Open usó la dejada como un amago, para luego conectar una derecha cortada que habría firmado el mismísimo Manolo Santana.
Con puntos como esos, la grada llena de celebridades, liderada por Donald Trump, no podía creer lo que veían. Stephen Curry se sorprendía con sus voleas desde el suelo, y Spike Lee y Rosalía saltaban de sus asientos con las derechas cruzadas que destrozaban a Sinner. El italiano estaba descolocado; comenzó con un break en contra y en el primer set siempre estuvo a remolque, una situación a la que no está acostumbrado. Sin embargo, las dificultades debían llegar.
El camino del ganador US Open no es fácil
Sinner es el coco del circuito, el terror para todos... menos para Carlos. Aunque Alcaraz exhibió un servicio primoroso, un descuido le costó un break en contra. El italiano no da tregua, siempre pegado a la línea de fondo para presionar desde el resto. Aunque el murciano luchó para recuperarse en ese set, no lo logró. Con un parcial para cada uno, la autoestima del español no se vio afectada. El partido se había igualado, pero las sensaciones del futuro ganador US Open seguían siendo buenas. Había que insistir, y el tercer set lo ganó casi de carrerilla. Desbordar a Sinner en un intercambio es una sensación única, literalmente, algo que solo Alcaraz parece lograr. Sus cambios de ritmo con la derecha dejaban a su rival sin respuesta. Acostumbrado a ir por delante en las jugadas, esta vez al pelirrojo de San Cándido le tocó ir por detrás, lejos de la bola. Algo realmente increíble para un ganador US Open.
Pero Sinner es Sinner, y la palabra "relajación" no podía entrar en el diccionario de Alcaraz. Amenazó desde el primer momento del cuarto set, salvando una pelota de break. El italiano, al que acusan de ser demasiado frío, pidió el apoyo del público. Necesitaba más de lo habitual. Se salvó de la siguiente amenaza, pero cuando Alcaraz hizo un globo y lo completó con un revés paralelo, fue el español quien pidió el rugido de la Arthur Ashe. La sensación era que Sinner iba más al límite. En el quinto juego del cuarto set, cedió su saque con una doble falta y un error no forzado de derecha. Con un 3-2, Alcaraz no tembló. Sus números con el saque en estas dos semanas son impresionantes, concediendo solo tres breaks en siete partidos, pero las dos primeras pelotas de partido las salvó el italiano. A la tercera, con un servicio directo, por fin pudo gritar al cielo de Nueva York, el mismo lugar donde se había coronado como ganador US Open.
La relación de Alcaraz con la Gran Manzana es especial. Allí ganó su primer Grand Slam en 2022 y se convirtió en el número uno más joven de la historia. Y allí, en 2025, ha conseguido su sexto grande para volver a la cima y destronar a Sinner.
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