Los peligros de comer solo carne magra: tu cuerpo se envenena

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15/09/2019 - 11:00
Pollo

Lectura fácil

Después de que la OMS lanzara en 2015 su advertencia por el potencial carcinógeno de la carne roja y procesada, otras carnes magras como el pollo y el pavo han visto incrementado su consumo de forma notoria.

Una de las principales virtudes de estas carnes magras, es que acumulan menos grasa que las de animales como la ternera, el cerdo o el cordero. Es por ello que se pueden consumir entre tres y cuatro veces a la semana. Además, el impacto medioambiental de su producción es menor, algo siempre a tener en cuenta.

Comer solo carne magra es perjudicial

Basar nuestra dieta en la carne magra es una buena manera de perder peso, pero pretender alimentarse únicamente a base de ella no es nada recomendable. Según los expertos, esto puede provocarnos una condición conocida desde la antigüedad como inanición cunicular. Los síntomas son angustiosos: un hambre insaciable nos llevaría a comer carne sin parar mientras nuestro cuerpo se envenena y deteriora por la falta de calorías.

Esto es también conocido como "hambre de conejo" (rabbit hunger), un mal propio de situaciones en las que los seres humanos ven restringidas sus fuentes de alimentación de forma radical. La respuesta estaría en la proliferación de dietas que prescriben limitaciones taxativas de lo que comemos. Basta que tengamos poco gusto por el pescado o los huevos como complemento para sentar las bases de la inanición cunicular, al privarnos de la reserva calórica que aporta un consumo básico de grasas.

"Cualquier dieta viable debe proporcionar tanta energía como proteína, y aunque la carne magra ofrece suficiente de esta última, es una fuente pobre en calorías, ya que digerir proteína y convertir parte de ella en glucosa consume energía y libera poca. La gente que obtiene más de aproximadamente un tercio de sus calorías a partir de carne magra pronto desarrolla "inanición cunicular", un mal padecido por los primeros exploradores americanos que intentaron sobrevivir solo de los animales pequeños que podían cazar", explica Jonathan Silvertown, profesor de Ecología evolutiva en el Institute of Evolutionary Biology de la Universidad de Edimburgo.

"Morir envenenado"

Así se produce el envenenamiento: "Consumir carne en exceso se vuelve tóxico debido al excedente de aminoácidos producidos cuando la proteína se digiere y sobrepasa la capacidad del hígado para eliminarlos. El hígado convierte el exceso de aminoácidos en urea, que luego es eliminada del torrente sanguíneo a través de los riñones, pero estos también pueden saturarse por exceso de urea.

Estos problemas pueden evitarse si hay una suficiente proporción de grasa en la dieta, pues esta suministra las calorías faltantes, complementando la demanda de glucosa y ayudando a satisfacer su apetito antes de comer demasiada carne".

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