¿No tienes acceso a Internet en tu segunda residencia?

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30/07/2021 - 14:00
Ordenador portátil

Lectura fácil

Internet se ha convertido en una necesidad básica, pero no siempre tenemos nuestro router cerca o un contrato de datos ilimitados allá donde vayamos. 

La Ley General de Telecomunicaciones en España establezca que cualquier usuario final, independientemente de su localización geográfica, tiene derecho a obtener una conexión a la red pública que le permita acceder de forma funcional a Internet. Sin embargo, no toda conexión a Internet es de calidad.

Si te vas de vacaciones, quieres Internet para tus largos viajes o mantenerte conectado para poder teletrabajar desde tu pueblo, te contamos cómo estar conectado fuera de casa.

Así combaten los pueblos la España vaciada: Internet de alta velocidad

Según datos de un informe de cobertura de banda ancha publicado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de 2020, un 13,4 % de las zonas rurales en España no contaban con al menos 30 Mbps de velocidad para navegar por Internet.

Esto no cumple con el objetivo estatal de ofrecer un Internet de banda ancha al 90 % de ciudadanos rurales que estaba previsto para el 1 de enero de 2020.

Ante el peligro de despoblación al que se enfrentan muchas zonas, multitud de pueblos han visto en la extensión del teletrabajo una oportunidad para atraer a nuevos habitantes y salvar sus viejas calles del abandono.

La estrategia de España Digital 2025 en la que varios organismos público-privados del país colaboran con la Unión Europea pretenden cambiar esta situación. En su agenda se contempla una serie de reformas estructurales que cuentan con una inversión pública y privada de unos 70.000 millones de euros.

El caso más destacado es el de dos pueblecitos de Italia que ofrecen dinero al contado para que los teletrabajadores que se muden allí. Uno de ellos es Santa Fiora, en la famosa región de la Toscana, una localidad con menos de 3.000 habitantes que da hasta 200 euros al mes a todo el que quiera trasladar su domicilio a una de sus casas de piedra tostada y tejas rojizas, según han explicado a Xataka. Ese dinero se da en concepto de ayuda al alquiler, y está destinado a cubrir hasta el 50 % del importe de arrendamiento en un municipio donde el inquilinato cuesta entre 300 y 500 euros al mes.

En España también existen numerosas iniciativas rurales que combaten la despoblación de los pueblos. En Artieda (Aragón), un municipio de unos 80 habitantes, han puesto en marcha un proyecto piloto con el que buscan atraer a trabajadores en remoto.

La localidad ha creado un espacio de coworking y dan la posibilidad de vivir durante tres semanas de forma gratuita en el territorio a 10 profesionales de diferentes sectores. El propósito es que, durante este periodo de prueba, los trabajadores se decanten por la vida rural y decidan mudarse ahí definitivamente.

En la página web 'Vente a vivir a un pueblo' se pueden consultar todos esos municipios rurales.

Con Internet rural no te quedarás colgado

Existen varias maneras de llevar Internet a ese oasis de tranquilidad y relajación que son los pueblos o la playa. Internet por radio, por WiMax, por satélite e internet 4G con la alternativa a las líneas de ADSL y fibra óptica.

Vivir en lugares aislados, alejados del mundanal ruido de las ciudades y de pueblos grandes no tiene porqué ser sinónimo de incomunicación.

Si ya has probado el Internet por radio o alguna de las opciones que te hemos propuesto, prueba lo siguiente:

Compartir conexión usando los datos de tu móvil

Una de las opciones que tenemos para tener Internet en cualquier lugar es hacer uso de nuestros datos en el móvil ya que la mayoría de teléfonos permiten compartir WiFi con otros dispositivos. 

Esto lo podemos utilizar para tener Internet en nuestro ordenador portátil, tablet u otro portátil. Nuestro móvil actúa como si fuera un modem y utiliza los datos para permitirnos conectar.

Para compartir Internet tenemos que ir a 'Ajustes', entrar en 'Conexiones' o 'Redes', 'Conexión compartida' y activarla. Estos pasos pueden variar ligeramente según la versión y marca del dispositivo, pero son muy similares.

WiMax o Satélite

Una alternativa en las segundas residencias y en aquellas viviendas a las que no llega la conexión con facilidad es la tecnología inalámbrica WiMAX (Worldwide Interoperability for Microwave Access). De hecho, es una de las mejores opciones para entornos rurales.

A través de ella los datos se comparten por las ondas de radio, con frecuencias entre 2,5 y 5,8 GHz. Su funcionamiento es similar al WiFi, aunque funciona a mayor distancia y no necesitas tener instalación telefónica ni fibra, pero tendrás que colocar una pequeña antena en casa.

Puedes encontrar tarifas de Internet por satélite desde poco más de 20 euros al mes. El inconveniente es que estas solo incluyen unos 20 GB de datos, lo que reduce notablemente la velocidad.

Uso de router móvil

Una opción si no quieres depender de terceros ni usar redes compartidas es adquirir un router 4G portátil. Funciona igual que el router que tenemos en casa, solo que es más pequeño y podemos llevarlo a cualquier parte.

Una de las mejores opciones si tienes una segunda vivienda en la que pasar las vacaciones.

Dongles USB/Wi-Fi USB

Similares al router 4G, aunque con la diferencia de que se conectan directamente al ordenador portátil. Se trata de dispositivos de pequeño tamaño que se insertan en el puerto USB del ordenador y que resultan más económicos que el router portátil, aunque calidad de red suele ser algo más inestable. También necesitarás usar una tarjeta SIM para que esté operativo.

Redes públicas

Una última opción muy usada por los usuarios que necesitan Internet en cualquier lugar es hacer uso de redes públicas. Muchas cafeterías y restaurantes tienen carteles de 'Wifi Gratis' con el nombre y contraseña de la red. 

Lo más demandado son las bibliotecas de los pueblos. Si te ves en apuros, puedes emplear un lugar de este estilo para conectarte.

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