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La exhibición de símbolos del ‘procés’ como pancartas, lazos o banderolas “ha disminuido notablemente” en los ayuntamientos catalanes, según el Informe 2024 sobre la exhibición de símbolos oficiales y la neutralidad institucional en los consistorios de Cataluña, aunque solo el 17 % de los ayuntamientos exhibe banderas de España y Cataluña.
El informe, elaborado por Impuso Ciudadano, revela que en 97 ayuntamientos exhiben la bandera estelada y en 62 muestran otros símbolos nacionalistas. Sobre estos últimos el documento destaca que “ha disminuido notablemente el número de municipios en los que hay algún otro símbolo nacionalista o independentista (pancartas, lazos o banderolas), que pasó ya de 197 en 2021 a 114 para el 2022”.
Barcelona continúa siendo la provincia en la que es más fácil encontrar un ayuntamiento con alguno de estos elementos, pues están presentes en el 9 % de los municipios. Le sigue Tarragona con el 7 %, Girona con el 5 % y finalmente Lérida con el 4 %.
Una cuestión de símbolos institucionales
En Cataluña, menos del 20 % de los ayuntamientos cumplen con la obligación legal de exhibir tanto la bandera de España como la de Cataluña en sus edificios oficiales. Según datos recientes, solo 162 de los 947 ayuntamientos ondean ambas enseñas en sus fachadas, lo que reabre el debate sobre el cumplimiento normativo, la representación institucional y el significado político de los símbolos.
La ley establece que todos los edificios públicos deben mostrar la bandera nacional junto con la autonómica. Sin embargo, en muchas localidades catalanas esto no se cumple, ya sea por decisiones políticas, presiones sociales o una interpretación más laxa del marco legal.
Entre la legalidad y la simbología política
El uso o la omisión de la bandera española en Cataluña se ha convertido en un gesto con alta carga simbólica. Algunos ayuntamientos, especialmente los gobernados por fuerzas independentistas, optan por no izar la enseña nacional como forma de reivindicación política. En otros casos, las banderas han sido retiradas tras actos vandálicos o nunca han sido colocadas.
A pesar de ello, el Tribunal Supremo ha reiterado en varias sentencias la obligatoriedad de cumplir con la Ley de Banderas (39/1981), que obliga a que ondee la bandera de España en el exterior y en el interior de todos los edificios públicos junto a la autonómica y, si procede, la local.
Implicaciones legales y sociales
El hecho de que más del 80 % de los ayuntamientos catalanes no exhiban la bandera española plantea no solo un conflicto institucional, sino también social. Para algunos ciudadanos, este incumplimiento supone una falta de respeto a la legalidad y a los símbolos del Estado. Para otros, representa una muestra de la singularidad identitaria catalana y su voluntad de autogobierno.
El Gobierno central y las Delegaciones del Gobierno en Cataluña han pedido en reiteradas ocasiones el cumplimiento de la normativa, aunque la aplicación de sanciones es poco habitual. Mientras tanto, el debate sobre los símbolos sigue presente, reflejando la complejidad del mapa político catalán.
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