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En el corazón de Vitoria, un grupo de jóvenes con discapacidad intelectual se dedica con pasión a una disciplina que va más allá del entretenimiento: el circo. Saúl, quien ensaya su número de payaso, Sara, perfeccionando sus movimientos con el hula hoop, y los jóvenes Ibai y Asier. Lo hacen en Azirkarte, el único grupo circense del Estado conformado íntegramente por personas con diversidad funcional, un claro ejemplo de circo inclusivo.
"Somos un equipazo", afirma con entusiasmo Sara, que a sus 19 años ya lleva dos formando parte de este proyecto que apuesta por el circo inclusivo a través del arte y la creatividad.
Superación y compañerismo en el circo inclusivo
La energía y espontaneidad del grupo se contagian en cada ensayo. Reconocen entre risas que sus educadores son muy exigentes, “insistentes” incluso, y que corrigen cada detalle, sobre todo antes de presentarse ante el público. Saúl lo resume con claridad: “Exigen lo necesario y nos insisten en que si nos caemos, nos levantemos y sigamos”.
Un total de 15 jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, integran este colectivo artístico que se reúne cada miércoles por la tarde durante una hora para ensayar en el colegio Escolapios de Vitoria. Recientemente, el grupo ha llevado a escena su tercer montaje, titulado ¿Encajamos?, una obra que, según sus creadores, plantea “una reflexión sobre los retos que enfrentan las personas con discapacidad intelectual para sentirse parte de la sociedad”.
El proyecto Azirkarte impulsa el circo inclusivo para fomentar la integración de personas con diversidad funcional. “Si les preguntamos, la mayoría señala el patio del colegio como el lugar donde más difícil les ha resultado integrarse”, comenta Iñaki, educador y uno de los fundadores de la iniciativa.
Ocho años de historia
Esta entidad sin fines de lucro fue creada hace ya ocho años por iniciativa de dos docentes del colegio Escolapios de Vitoria. Óscar, profesor de Educación Física, e Iñaki, encargado del Aula de Aprendizaje de Tareas, fueron los primeros en poner en marcha este proyecto, que comenzó como parte del programa escolar y más adelante se abrió a toda persona interesada, fuera del horario lectivo. Posteriormente, Joseba e Iker se unieron al equipo educativo, que, junto a 15 participantes, una directora de danza, un músico especializado en percusión y una profesional del arte del malabarismo, han conseguido dar vida a este circo inclusivo.
Después de un año y medio de ensayos, mucha emoción y algo de nervios, llega este nuevo espectáculo, que sigue a los dos primeros montajes, 'El Sauce' y 'Parqueando'.
El show incluye malabares con balones de colores, equilibrios, zancos y números de clowns, y está diseñado para que todos puedan participar, pero también para que cada persona elija dónde se siente más a gusto y dónde no.
Sara reconoce que su especialidad son los aros y que puede mantener el equilibrio en una tabla sobre un rulo, aunque “los malabares con pelotas me ponen nerviosa”. La primera función de ¿Encajamos? se trasladó del circo tradicional a las tablas del teatro del Centro Cívico Zabalgana. Con más de 300 butacas llenas, que se agotaron dos semanas antes, los nervios estuvieron a flor de piel, ya que, como dice Sara, “actuar en un escenario impone”. A pesar de algún imprevisto, como cuando se cayó una caja, la profesionalidad de los artistas hizo que casi nadie se diera cuenta, ni siquiera ellos, hasta que vieron el video.
Del “no puedo” al “sí puedo”
El objetivo de la función es mostrar a la sociedad lo que los artistas son capaces de hacer, pero además los ejercicios de circo tienen muchos beneficios, como mejorar la psicomotricidad, la persistencia con los malabares, la confianza en los compañeros y el trabajo en equipo. Iñaki menciona que todo esto también ayuda a superar miedos.
De “eso yo no sé hacer” a atreverse a probar y darse cuenta de que sí pueden. “En el circo inclusivo, todo el mundo puede demostrar alguna habilidad”, dice Joseba.
El estreno fue un éxito y ahora, los artistas, que se alegran de los logros de todos, ya se preparan para las nuevas funciones: el 12 de abril en Barakaldo y en noviembre, en euskera, dentro del programa municipal Auzo Eszena. Además, a finales de junio, como en las viejas compañías circenses, la troupe hará un tour por Aiaraldea en su sexto “Asto Tour”. Comenzarán en Amurrio el 27 de junio y visitarán Respaldiza, Artzainega y Okondo, acompañados de cuatro burros. Durante tres días, ofrecerán su espectáculo de circo inclusivo a los vecinos a cambio de un lugar donde pasar la noche.
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