El bocio, relacionado con el aumento de la tiroides, no siempre significa enfermedad

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01/04/2022 - 12:20
Qué es el bocio y cómo se trata

Lectura fácil

La tiroides es esa glándula del sistema endocrino con forma de mariposa, localizada en la parte delantera del cuello y cuya función es producir hormonas tiroideas. Por otro lado, se sitúa el bocio, un aumento difuso del tamaño de la glándula tiroides, un hecho que no siempre se relaciona con una enfermedad.

¿Cuáles son las principales causas del bocio?

Se entiende por bocio al aumento difuso o nodular del tamaño de la glándula tiroides. Sin embargo, este hecho no siempre se asocia a enfermedad, ya que existen uno denominado fisiológico, el cual está relacionado con la pubertad y el embarazo. A pesar de ello, sí que suele tratarse de la afectación más frecuente de esta glándula en forma de mariposa localizada en el cuello.

La doctora y jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz de Madrid, María Luisa de Mingo, ha señalado a Infosalus cuáles son las principales causas relacionadas con el bocio:

  1. Déficit de yodo. Como todos sabemos, el tiroides necesita yodo para generar las hormonas tiroideas. En el caso de no disponer de una cantidad suficiente, se produce una elevación de la hormona tirotropa o también denominada hormona estimulante del tiroides (TSH), la cual agranda la glándula para compensar.
  2. Sustancia bociógenas. Provocan elevación de TSH por alterar los niveles de yodo.
  3. Consumo excesivo de yuca o de mijo. Ambas interfieren con la captación y la organificación del yodo, por lo que generan un aumento compensatorio de la TSH.
  4. Soja, aceites de girasol, nueces, cacahuete y algodón: provocan la pérdida fecal del yodo y por ello se produce la elevación de la TSH.
  5. Fármacos que alteran los niveles de yodo: tionamidas, salicilatos, litio o colchicina.
  6. Origen inflamatorio, como la tiroiditis o diversas inflamaciones.
  7. Enfermedades autoinmunes.
  8. Enfermedades infiltrativas.
  9. Neoplasias benignas y malignas.

Síntomas y tratamientos

El principal signo del bocio es el agrandamiento de la glándula tiroides. Puede formarse un solo nódulo pequeño o crecer hasta convertirse en una masa grande en la parte frontal del cuello. En muchas ocasiones, y según los laboratorios CinfaSalud, existen algunos síntomas que pueden ayudarnos a reconocerlo:

  • Comprensión en la garganta.
  • Dificultades para tragar, sobre todo alimentos sólidos.
  • Dificultados para respirar, sobre todo cuando la persona afectada levanta los brazos o se acuesta boca arriba.
  • Dolor en la zona de la tiroides.
  • Tos.
  • Ronquera o afonía.

En cuanto a los factores de riesgo a la hora de desarrollar bocio, suelen relacionarse con una dieta baja en yodo, ser mujer, tener más de 40 años, estar embarazada o con menopausia, tener antecedentes familiares o haber estado expuesto a radiación de niño o a radioterapia en el cuello.

Para poder hacer frente al bocio y tratarlo de una manera correcta, es necesario realizar un estudio, que en algunos casos será de manera periódica. Sin embargo, existen otros casos donde el tratamiento dependerá de la causa y tamaño.

En el caso de tratarse de carencia de yodo, deben administrarse dosis pequeñas de solución de yodo de Lugol o de yoduro de potasio; si existe hipotiroidismo, se debe administrar tiroxina; y si existe hipertiroidismo, se puede recurrir a medicamentos antitiroideos, al yodo radiactivo o, en algunos casos, a la cirugía para extirpar la glándula entera o una parte de ella.

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