El cambio climático altera la producción de café colombiano

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15/04/2021 - 13:17
El investigador Federico Ceballos-Sierra, con plantas de café en su granja familiar en Colombia | Foto: Universidad de Illinois

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En un mundo donde se consumen millones de tazas de café al día es importante que los consumidores conozcan los desafíos que afrontan los productores y las comunidades en una situación de clima cambiante. Unos 120 millones de personas dependen de esta planta en 70 países. Existe una fuerte evidencia de que, de no remediarlo, el aumento de las temperaturas y la alteración de las lluvias acabarán afectando la productividad y la calidad además de facilitar mayor incidencia de plagas y enfermedades.

El café de Colombia, que es el tercer mayor país productor de esta bebida en todo el mundo, saldrá beneficiado del cambio climático porque su productividad podría aumentar un 7,6 % en 2061, aunque con desigualdades regionales en las zonas donde se cultivan sus granos.

Ésta es la conclusión de un estudio elaborado por investigadores de Colombia y Estados Unidos, publicada en la revista 'Agricultural Systems'.

El trabajo analiza la producción de café en los 521 municipios colombianos que lo producen a partir de sus datos climáticos de temperatura y lluvia entre 2007 y 2013, y modela las condiciones climáticas previstas entre 2042 y 2061, y la futura producción cafetera en cada área municipal.

En el futuro será más beneficioso cultivar café más arriba en las montañas de Colombia

Colombia cultiva algunas de las mejores variedades de Arabica y es el tercer productor mundial en cuanto a volumen. Sin embargo, el cambio climático está teniendo efectos sobre su producción que varían en función de dónde crecen los granos.

"Colombia es un país grande con una geografía muy distinta. Las montañas de los Andes cruzan el país de su esquina suroeste al noreste. El café colombiano está creciendo actualmente en áreas con diferentes niveles de altitud y los impactos climáticos probablemente serán muy diferentes para las regiones de baja y gran altitud", apunta Sandy Dall'Erba, profesor del Departamento de Economía Agrícola y de Consumo en la Universidad de Illinois (Estados Unidos), y coautor del artículo.

Estudios anteriores sobre la producción de café colombiano consideraron al país en su conjunto o se centraron en algunas áreas de Colombia, pero Dall'Erba y Federico Ceballos-Sierra, de las universidades EIA (Colombia) y de Illinois, analizaron las variaciones regionales en el cultivo cafetero.

"Colombia no va a experimentar una reducción de la productividad, en general. pero cuando analizamos el impacto en todos los municipios, vemos muchas diferencias que se pierden en la media nacional. Eso tiene implicaciones importantes para los caficultores que viven en un municipio u otro", apunta Ceballos-Sierra, que añade: "Los municipios de baja altitud se verán afectados negativamente por el cambio climático y miles de productores y sus familias en estas áreas verán su sustento en peligro porque es probable que la productividad caiga por debajo de su umbral de rentabilidad a mediados de siglo".

El cambio climático beneficiará a las zonas actualmente marginales para la producción cafetera

Mientras que las áreas que actualmente son lugares de cultivo de café de primera serán demasiado calientes y secas en el futuro.

Ceballos-Sierra creció en una finca cafetera ubicada en el departamento de Tolima (centro de Colombia) y ha visto de primera mano cómo las condiciones climáticas cambiantes afectan a la producción. "La granja de mi familia está a unos 1.900 metros sobre el nivel del mar. Hace 20 años, la gente la consideraría una zona marginal para el cultivo de café. Pero ahora estamos obteniendo mejoras significativas en el rendimiento", apunta.

Esto es pan para hoy y hambre para mañana: hay más de medio millón de pequeños productores de café en Colombia, y por ingente que sea el esfuerzo de infraestructuras que realice el país, es inverosímil que todos los afectados vayan a poder desplazarse ladera arriba. 

Estaría bien que se introdujesen nuevas técnicas, como incrementar el sombraje forestal, la adopción de otras variedades de grano o la irrigación más frecuente pueden mitigar los efectos negativos del calentamiento global.

Esto, sin embargo, es un parche para el corto plazo. Para la segunda mitad del siglo, las perspectivas son mucho más sombrías si no se ha producido una adaptación de la agricultura y no se han cumplido los objetivos del Acuerdo de París. "Los cultivos no pueden seguir escalando indefinidamente. No hay montañas que superen los 5.800 metros en Colombia", sentencia Dall'Erba says.

Las autoridades colombianas pueden enfocarse en apoyar a los agricultores que ya no podrán ganarse la vida cultivando café para que puedan dedicarse a otra cosa.

El café colombiano va unido indisolublemente al concepto de calidad

Colombia no estaría en el peor de los escenarios. En este país hay 540.000 agricultores y 850.000 hectáreas de cultivo repartidas a lo largo de sus tres cordilleras.

En España, el principal café a la venta es o bien el torrefacto, que añade azúcar a los granos de café y se somete a un tostado de alta intensidad, o bien la mezcla, que contiene también café tostado al natural. Los gourmets, sin embargo, optan por productos elaborados únicamente con este último método, de procedencia en su mayoría colombiana.

Noticias como esta son importantes más allá de los placeres para el paladar. Un café de mayor calidad y que ha pasado por un tostado menos agresivo, como el colombiano, conserva mejor la sustancias antioxidantes y antiinflamatorias, además de fitoquímicos, relacionadas con una mayor longevidad y más años de vida con salud.  

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