El efecto despertador del café: ¿realidad o placebo?

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07/08/2023 - 10:00
Taza de café

Lectura fácil

¿Y si el primer café que tomamos por la mañana para despertarnos no cumple realmente su función en nuestro cerebro? ¿Y si todo se trata de una combinación de la experiencia de tomar esta bebida?

Investigadores españoles y portugueses han llevado a cabo un estudio con bebedores de café para determinar si el efecto estimulante de esas primeras tazas de la mañana depende de las propiedades de la cafeína o si se debe simplemente a la experiencia de tomar café.

El café, por encima de la cafeína

Los resultados revelan que la experiencia solo reproduce parcialmente los efectos de beber una taza de café, activando áreas del cerebro que nos hacen sentir más alerta, pero no aquellas que afectan a la memoria de trabajo y al comportamiento orientado a metas.

"Existe la expectativa general de que el café aumenta el estado de alerta y el rendimiento psicomotor", afirma el profesor Nuno Sousa de la Universidad de Minho en Portugal, autor principal del estudio publicado en la revista 'Frontiers in Behavioral Neuroscience' y editor jefe de dicha revista. "Cuando entendemos mejor los mecanismos subyacentes a un fenómeno biológico, se abren oportunidades para explorar los factores que pueden modularlo e incluso los posibles beneficios de dicho mecanismo".

Para el estudio, reclutaron a personas que consumían al menos una taza de café al día

Y les pidieron que se abstuvieran de comer o beber cualquier sustancia con cafeína durante al menos tres horas antes de la investigación.

Se les realizaron entrevistas para recopilar datos sociodemográficos y luego se les sometió a dos sesiones breves de resonancia magnética funcional: una antes y otra 30 minutos después de consumir cafeína o beber una taza de café normalizada. Durante las resonancias magnéticas funcionales, se les pidió a los participantes que se relajaran y dejaran vagar sus pensamientos.

Dado los efectos neuroquímicos conocidos del consumo de café, los científicos esperaban que las resonancias magnéticas mostraran una mayor integración de las redes cerebrales asociadas con la corteza prefrontal, relacionada con la memoria ejecutiva, y la red de modo por defecto, involucrada en los procesos de introspección y autorreflexión, en las personas que consumían esta bebida.

Descubrieron que la conectividad de la red de modo por defecto disminuía tanto después de consumir café como después de ingerir cafeína, lo que indica que tanto la cafeína como esta bebida hacían que las personas estuvieran más preparadas para cambiar del estado de reposo al trabajo en tareas específicas.

Sin embargo, consumir café también aumentaba la conectividad en la red visual superior y la red de control ejecutivo derecha, áreas del cerebro implicadas en la memoria de trabajo, el control cognitivo y el comportamiento dirigido a metas. Esto no ocurría cuando los participantes solo consumían cafeína.

En otras palabras, si quieres sentirte no solo alerta, sino también preparado para la acción, la cafeína por sí sola no es suficiente; necesitas experimentar el acto de beber una taza de café.

El efecto del olor, el sabor y la experiencia de consumo

"Teniendo en cuenta que algunos de los efectos encontrados se reproducían con la cafeína, podríamos esperar que otras bebidas con cafeína también compartieran algunos de estos efectos", añade Picó-Pérez. "Sin embargo, otros efectos eran específicos del consumo de café, influenciados por factores como el olor y el sabor característicos de esta bebida, o las expectativas psicológicas asociadas con su consumo".

Los autores señalan que es posible que la experiencia de un descafeinado pueda tener estos mismos beneficios. Sin embargo, este estudio no pudo diferenciar los efectos de la experiencia por sí sola de los efectos combinados con la cafeína. También se plantea la hipótesis de que los beneficios que afirman los consumidores de esta bebida podrían deberse al alivio de los síntomas de abstinencia, algo que este estudio no investigó.

"Los cambios en la conectividad fueron estudiados durante un estado de reposo. Cualquier asociación con procesos psicológicos y cognitivos se interpreta en función de las funciones comunes atribuidas a las regiones y redes encontradas, pero no se comprobó directamente", advierte Sousa.

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