Día Mundial contra el Cáncer de Sangre, un paso adelante en la lucha contra la leucemia mieloide crónica

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
28/05/2025 - 18:00
Día Mundial del Cáncer de Sangre

Lectura fácil

Cada 28 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Sangre, una fecha clave para visibilizar estas enfermedades y destacar los avances médicos que mejoran la vida de los pacientes.

Día Mundial del Cáncer de Sangre: avances en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica

Cada 28 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Sangre, una fecha dedicada a visibilizar y concientizar sobre las enfermedades hematológicas malignas. Esta jornada busca no solo informar a la población sobre patologías como la leucemia, el linfoma y el mieloma, sino también fomentar el diagnóstico temprano, la investigación y el acompañamiento integral a pacientes y sus familias.

El cáncer de sangre afecta la producción y el funcionamiento de las células sanguíneas. A diferencia de otros tipos de cáncer, no forma tumores sólidos, sino que interfiere con la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, transportar oxígeno y prevenir hemorragias. Una de las opciones terapéuticas es el trasplante de células madre hematopoyéticas, un procedimiento que requiere de un donante compatible, algo que solo se logra dentro del núcleo familiar en un tercio de los casos.

Un tipo particular: la leucemia mieloide crónica

Dentro de este grupo de enfermedades, la leucemia mieloide crónica (LMC) representa alrededor del 15 % de los diagnósticos en adultos. Se trata de un cáncer de la médula ósea que provoca la proliferación anormal de glóbulos blancos. Esta alteración suele desarrollarse lentamente y, en muchos casos, no presenta síntomas evidentes durante las etapas iniciales, por lo que puede ser descubierta de forma casual mediante un análisis de sangre de rutina.

Aunque suele manifestarse con mayor frecuencia en personas mayores de 60 años, la LMC puede presentarse a cualquier edad. La detección precoz y el acceso a un tratamiento adecuado son clave para controlar la enfermedad y mejorar el pronóstico del paciente.

En el abordaje de la LMC, los inhibidores de la tirosina cinasa (ITK) han representado un cambio significativo desde principios de los años 2000. Estos medicamentos bloquean la acción de la proteína BCR-ABL1, que impulsa la multiplicación descontrolada de las células leucémicas.

En este contexto, un avance destacado ha sido la reciente aprobación de Asciminib como tratamiento de primera línea para la fase crónica de la LMC. Este fármaco, de acción altamente específica, ofrece una nueva alternativa terapéutica con menor incidencia de efectos secundarios y un perfil de tolerabilidad mejorado en comparación con otros tratamientos previos.

Perspectivas para los pacientes

Los especialistas señalan que uno de los objetivos principales del tratamiento es alcanzar una respuesta óptima, permitiendo que el paciente mantenga una expectativa de vida similar a la de una persona sin LMC. En algunos casos, si se logra una respuesta molecular profunda, es posible incluso considerar la suspensión del tratamiento bajo estricta supervisión médica.

La introducción de Asciminib abre nuevas posibilidades no solo por su eficacia comprobada, sino también por la posibilidad de mejorar la calidad de vida de quienes conviven con esta enfermedad. Su uso en fases tempranas puede representar un cambio importante en la forma de abordar la LMC, marcando una nueva etapa en la medicina personalizada y en la lucha contra el cáncer de sangre.

Añadir nuevo comentario