Por la Preservación de la Capa de Ozono, "el acuerdo ambiental con más éxito"

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16/09/2021 - 14:28
Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Foto: Pixabay

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Naciones Unidas conmemora cada 16 de septiembre la firma del Protocolo de Montreal para la Protección de la Capa de Ozono. Este Protocolo se redactó en 1987, dos años después del Convenio de Viena, firmado por 28 países el 22 de marzo de 1985. La capa de ozono es una franja de gas que envuelve a la Tierra y que la protege de los efectos dañinos de los rayos solares. La utilización durante años de ciertos productos químicos la dañaron, principalmente los clorofluorocarbonos (CFC).

En 1985 los científicos se dieron cuenta de que el agujero era 20 veces superior al que ya se venía percibiendo en la década de los 70, cuando el área de destrucción del ozono (O3) sobre la Antártida aumentó a 1,1 millones de kilómetros cuadrados, con una concentración mínima de ozono de 194 unidades Dobson, según señala Ágora Diario.

En concreto, los productos químicos sintéticos que han proporcionado la mayor parte del cloro y bromo para el agotamiento del ozono son el bromuro de metilo, el metilcloroformo, el tetracloruro de carbono y las familias de productos químicos conocidos como los halones, los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC). Los CFCs se encontraban por ejemplo en aerosoles como los desodorantes, que tuvieron que retirar estos químicos.

Un esfuerzo internacional conjunto permitió de este modo la eliminación y reducción del uso de sustancias que agotaban este manto protector (hasta el 99 % de las sustancias, según la ONU), reduciendo así la radiación ultravioleta del sol. Esto supone que los gases podrían haber multiplicado por 10 el deterioro de la esta capa, según señala Agora, que para la ONU esto supone que dos millones de personas cada año no contraigan cáncer de piel y que evite la entrada de 135 gigatoneladas anuales de gases de efecto invernadero a la atmosfera.

"El Protocolo de Montreal es el acuerdo ambiental con más éxito hasta ahora”, dijo en 2003 el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan.

Con la destrucción de la capa de ozono, el calentamiento sería de 5,2º C, lo que supondría una catástrofe

El sexto informe del cambio climático (IPCC) estableció a principios de agosto que la humanidad aumentará la temperatura media del planeta para finales de siglo en unos 2,7°C con el actual ritmo de emisiones. Con la destrucción de la capa de ozono la cifra se situaría en 5,2° C, que, según Ágora diario, serían suficientes para hacer desaparecer todos los glaciares, lo que provocaría inundaciones en gran parte de las ciudades costeras, entre otras terribles consecuencias para la vida en el planeta.

Según explica Naciones Unidas, la atención se centró primero en los productos químicos con mayor potencial de destrucción del ozono, incluidos los CFC y halones. El calendario para la eliminación de los HCFC era más relajado, dado su carácter menos lesivo y porque también se han usado como sustitutos de transición de los CFC.

Por su parte, la agenda para eliminar los HCFC se creó en 1992 para los países desarrollados y países en desarrollo, este último con una congelación en 2015, con supresión completa en 2030 en los países desarrollados y en 2040 en los países en desarrollo. Igualmente, en 2007, el Protocolo decidió acelerar el calendario de eliminación de los HCFC para los países tanto desarrollados como en desarrollo.

De todos modos, el Protocolo tiene puntos débiles. Ágora diario cita un estudio de Nature que expone que no se tienen en cuenta las posibles fugas en acondicionadores de aire antiguos, refrigeradores y espumas aislantes que todavía usan CFC y otros químicos contaminantes, lo que podría retrasar la recuperación del agujero de ozono hasta en seis años y sumar hasta 10 gigatoneladas de CO2 equivalente de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

El agujero de ozono sobre la Antártida este año es más grande de lo habitual

El Copernicus Atmosphere Monitoring Service (CAMS) monitorea de forma constante la capa de ozono de la Tierra. Según informa Infobae, el agujero de ozono de 2021 ha crecido de forma considerable en las últimas dos semanas de septiembre y ahora es más grande que el 75 % de los agujeros de ozono en esta fase desde 1979. Actualmente tiene 23 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone una extensión mayor que la Antártida, según informa EFE. Aunque el CAMS ha alertado que habrá que estar pendiente de su evolución las próximas semanas, este agujero aumenta normalmente de tamaño entre agosto y octubre, para alcanzar su máximo entre mediados de septiembre y mediados de octubre.

El CAMS explica, tal y como recoge Agora, que esto se debe a las nubes estratosféricas polares, que juegan un papel clave en la destrucción química del ozono al tener en su interior cristales que pueden convertir compuestos no reactivos en reactivos, capaces de destruir el ozono tan pronto como cuando la luz del Sol incida para iniciar las reacciones.

Agujero de la capa de ozono el 15/09/2021. Fuente: CAMS

Científicos del CAMS estiman que para 2030 el ozono se recupere por completo en el hemisferio norte y las zonas de latitud media. Por su parte, el hemisferio sur y las regiones polares tendrán que esperar a 2050 y 2060 respectivamente.

La recuperación de la capa de ozono no debe distraernos del objetivo de reducir las emisiones

"Es nuestro deber esforzarnos e invertir en afrontar el cambio climático y en proteger la naturaleza y los ecosistemas que nos sostienen. Los tratados sobre el ozono destacan como buenos ejemplos de cómo hay pocos límites a lo que podemos lograr en una causa común cuando prevalece la voluntad política", señala el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Estas palabras de Guterres resumen bien el objetivo vital que tiene la humanidad para reducir el calentamiento de la Tierra, un esfuerzo que requiere la colaboración de todos los gobiernos, empresas y sociedad civil para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de que la Tierra no se caliente más de 1.5ºC durante las próximas décadas. Para ello, las emisiones de efecto invernadero deben caer a un ritmo del 7,6 % anual solo durante esta década.

No obstante, seis años después de este Acuerdo, la ONU no está contenta con el ritmo de emisiones y ha declarado este mismo jueves que la crisis climática se ha acelerado con la pandemia. “A menos que haya reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, no podremos limitar el calentamiento global a 1,5 grados”, ha dicho Guteres.

El IPCC, el panel internacional de científicos vinculado a la ONU, advirtió en 2018 que el objetivo climático se rebasará de forma estable entre 2030 y 2052 si se continúa con el ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero que también pueden seguir dañando a la capa de ozono.

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