¿Qué le pasa a nuestro cerebro cuando tenemos un 'crush' o amor platónico?

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
23/06/2023 - 16:11
Amor platónico

Lectura fácil

Esa sensación de suspirar cuando la/o ves pasar. Sentir que pones cara de tonta/o, escuchar canciones de amor dejando volar tu imaginación, o incluso hacer cosas algo ridículas solo para que esa persona se fije en ti, es un estado mental por el que casi todos hemos pasado en algún momento de nuestras vidas. Tener un amor platónico, o 'crush', es muy habitual, sobre todo en la adolescencia o existiendo personas como Henry Cavill o Scarlett Johansson en el mundo.

Aunque un amor platónico no tiene porqué nacer de unos actores extremadamente atractivos, también puede darse en nuestros entornos de estudio, trabajo o incluso entre nuestras amistades. Generar una atracción cargada de ilusión y temor al rechazo, nos lleva a caer de lleno en estos berenjenales. Pero, ¿Cómo sucede? ¿Hay alguna explicación bioquímica que pueda darle algo de sentido a esas emociones desbordantes que parecen no tenerlas?

La química que estalla al ver a tu amor platónico o 'crush'

Como casi todo lo que nos ocurre a nivel emocional o mental, tiene una raíz bioquímica y otra que surge de nuestros constructos sociales y aprendidos. Así, la fórmula que explica lo que le ocurre a tu cerebro cuando tiene un amor platónico es muy sencilla: aprendizajes+dopamina+oxitocina. Pero vayamos por partes y expliquemos cada cosa. La que tiene que ver con el aprendizaje está relacionada con el conocido 'efecto halo'.

El 'efecto halo' es la forma en la que llegamos a atribuirle una características excepcionales a la persona que nos a flechado en este amor platónico. Lo llamamos aprendizaje porque esta relacionado con todo aquello que 'aprendemos' que debe tener una persona excepcional. Por ejemplo ser atractivo/a, inteligente, graciosa/o o llevar un estilo de vida determinado. Cuando conocemos a alguien que nos atrae de inmediato le atribuimos todos estos 'halos de virtudes'.

Con respecto a los otros dos puntos de la fórmula, tienen que ver más con nuestra química cerebral. La dopamina es un neurotransmisor que se activa cuando sentimos placer. Un placer que puede nacer de escuchar u observar a esa persona que se convierte en nuestro amor platónico. Nuestro cerebro es 'adicto' al placer, por eso podemos llegar a pasarlo realmente mal si esa persona nos rechaza o no nos corresponde.

La hormona del amor

El último elemento relacionado con lo que le ocurre a nuestro cerebro cuando le llega un 'crush' de amor, no suele darse en todos los casos. La oxitocina, popularmente conocida como la hormona del amor, es otra sustancia que se segrega en nuestro cerebro ante el vínculo y el contacto físico. Es la principal responsable de que nos enamoremos y debido a su necesidad de contacto para liberarse en el cuerpo, no es común a todos.

Sin duda tener un amor platónico es una experiencia que puede ser realmente beneficiosa. Nos inspira, nos motiva e incluso, si es correspondido, puede convertirse en un estrecho vínculo. Sin embargo, es importante saber entender de dónde nace y que no siempre puede llegar a ser como creemos. Caer en la idealización nos aleja de la realidad de los demás y puede llevarnos a sufrir en exceso.

Añadir nuevo comentario