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En un contexto donde proteger el hogar es una prioridad creciente para millones de personas, las soluciones de seguridad continúan evolucionando. Desde rejas en ventanas hasta sofisticadas alarmas conectadas, el objetivo sigue siendo el mismo: vivir con tranquilidad. Sin embargo, entre las opciones más tradicionales, comienza a destacar una nueva aliada tecnológica: las cerraduras inteligentes.
¿Cómo se protegen los hogares en España?
La mayoría de los hogares españoles ya ha adoptado alguna medida de seguridad activa. De acuerdo con los datos facilitados por Securitas Direct, el 85,3 % de las viviendas en España dispone actualmente de algún tipo de protección durante todo el año.
Entre las soluciones más comunes se encuentran:
- Puertas de seguridad o blindadas: presentes en el 47,2 % de los hogares.
- Telefonillos con cámara: instalados en un 32 %.
- Rejas en puertas o ventanas: un 25,4 % las utiliza.
- Alarmas conectadas a centrales receptoras (CRA): se encuentran en el 22,7 % de los hogares.
Estos porcentajes reflejan un alto nivel de preocupación por la seguridad doméstica, aunque también revelan un cambio de tendencia: la ligera reducción en el uso de puertas blindadas y cerraduras inteligentes de alta seguridad sugiere una apertura hacia soluciones tecnológicas más avanzadas.
Cerraduras inteligentes, una alternativa en crecimiento
En este contexto, las cerraduras inteligentes comienzan a ganar popularidad. Aunque todavía no son mayoritarias, ya están presentes en el 8,6 % de los hogares españoles. Más allá del número, lo que resulta especialmente relevante es la percepción que generan: un 67,4 % de los encuestados considera que este tipo de dispositivo sería capaz de avisar en caso de intento de intrusión.
Una cerradura inteligente es un sistema electrónico que permite abrir y cerrar la puerta sin necesidad de llaves físicas. Se controla habitualmente desde una aplicación móvil y puede funcionar tanto como sustituto como complemento de una cerradura tradicional.
A modo de ejemplo, una de las soluciones más completas del mercado incorpora varias capas de protección. Entre sus características más destacadas se encuentran:
- Instalación interior: el mecanismo se coloca por dentro de la puerta, de modo que no es visible desde el exterior.
- Cilindro de alta seguridad: cuenta con certificación SKG*, y está diseñado para resistir métodos de robo como el bumping, la ganzúa, la extracción o el taladrado.
- Integración con app de seguridad: el sistema se sincroniza con la aplicación del sistema de alarma, y emplea canales encriptados para impedir sabotajes, interferencias o cortes de corriente.
Funciones adicionales que refuerzan la protección
Más allá del simple control remoto, las cerraduras inteligentes ofrecen una serie de funciones orientadas a mejorar tanto la seguridad como la comodidad diaria. Entre ellas destacan:
- Autobloqueo automático: la cerradura se cierra sola al salir de casa o durante la noche, sin necesidad de intervención del usuario.
- Apertura remota para terceros: permite autorizar el acceso desde el móvil a familiares, personal de limpieza, repartidores o incluso servicios de emergencia.
- Detección de manipulación: en caso de intento de forzado, el sistema envía una alerta inmediata a la central de alarmas para activar el protocolo correspondiente.
Triple protección ante intentos de intrusión
Uno de los aspectos más innovadores en los nuevos modelos de cerraduras inteligentes es su capacidad para actuar como parte de un sistema integral de defensa. En el caso de un intento de ocupación o acceso no autorizado, se activa lo que se denomina triple protección antiocupación, compuesta por:
- Alerta inmediata ante cualquier intento de manipular la cerradura.
- Sistema de niebla densa (ZeroVision) que expulsa al intruso y reduce su visibilidad.
- Notificación a la Policía con imágenes y datos relevantes para facilitar su intervención.
Lejos de eliminar por completo el uso de llaves físicas, las cerraduras inteligentes suelen conservar esta opción. Es decir, quienes prefieran abrir la puerta de forma tradicional pueden seguir haciéndolo, mientras que el sistema digital funciona como una mejora adicional, no como una imposición.
Instalación sin complicaciones
Uno de los aspectos más valorados por los usuarios es la instalación sencilla. Estos dispositivos se colocan sin modificar el exterior de la puerta, lo que preserva la estética habitual de la vivienda. Además, su configuración se realiza desde la misma aplicación que gestiona el resto del sistema de seguridad, lo que permite una integración fluida y sin complicaciones.
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