El ciberprostíbulo de Berlín, donde la pasión sexual con la IA ya no es algo del futuro

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22/03/2024 - 09:40
Muñecas del ciberprostíbulo en Berlín

Lectura fácil

Berlín ha tomado el concepto japonés sobre las relaciones entre humanos y máquinas con IA y realidad virtual, y ahora tienen su propio ciberprostíbulo, un negocio que une el sexo y la pasión con las nuevas tecnologías.

Y es que por todos es sabido que en el país del sol poniente el hecho de buscar una pareja real, de carne y hueso, no se presenta como una opción, por lo que las empresas que producen muñecas como esposas o amantes para combatir la soledad y satisfacer el deseo.

Y es que los límites entre lo humano y las réplicas robóticas se están quedando borrosas, y ya no son un tema que veíamos en ficciones de la gran pantalla.

El ciberprostíbulo de Berlín ha aplicado la IA con realidad virtual

El ciberprostíbulo de Berlín recibe a su clientela con gafas de realidad virtual y muñecos robóticos que son capaces de hablar. Además, estos maniquíes tan reales nunca faltan al trabajo y el cliente siempre les gustará.

Este negocio tan peculiar lo llevan el director de cine austriaco Philipp Fussenegger y Adela, una dominatrix encargada de ponerle voz a los robots del ciberprostíbulo.

Cuándo llegan los huéspedes, ellos deciden si quieren ser vistos o no por la Reina de la Voz, y según los datos, entre el 20 y el 30 % lo prefieren.

En el caso del fundador, su fascinación por las muñecas de tamaño real, así como el efecto que causan en las personas viene de atrás, pues hace 12 años lanzó un cortometraje de siete minutos, 'Demasiado bueno para ser verdad', donde nos sale un poco de la historia de un hombre que vive con muñecas.

De ahí partió la idea de querer hacer la prueba en la vida real, por lo que alquiló una habitación de su piso a personas que les gustaría disfrutar de relaciones sexuales con Kokeshi, su primera muñeca.

Desde entonces y ahora con el ciberprostíbulo, la oferta de muñecas robóticas ha aumentado, y cada una, tiene su historia. Hasta ya hay favoritas de la clientela y cuentan con un andrógino muñeco masculino, pero que no acaba de remontar como ocurre con las representaciones femeninas.

Adela, la otra propietaria, dice que son escasas las mujeres que se suman a esto de acudir al ciberprostíbulo y a dejarse 'amar' por este tipo de sexo o pasión que parece de otra dimensión. Si que se han dado casos de alguna pareja que quiere hacer un trío sin celos, por lo que recurren a las máquinas, pero no ha habido presencia de mujeres solas.

El sexo del futuro

El ciberprostíbulo recibe entre tres y seis visitas diarias, y sus huéspedes son hombres de entre 25 y 50 años que son afines a la realidad virtual y todo este mundillo.

Realidad y ficción parecen fundirse cada vez más, y estar cada vez más cerca de sociedades como la nuestra, porque en Japón, enamorarse, tener sexo o convivir con una máquina es algo muy normal.

Puede que la anécdota del ciberprostíbulo nos cause risa o expectación, pero como seres humanos reales, es algo bastante preocupante... en un mundo tan hiperconectado las personas están perdiendo la conexión con lo real, y cada vez es mayor la tasa de soledad y aislamiento en edades tempranas, no solo en la vejez, por querer estar pegado a las pantallas y a lo videojuegos que cada vez crean escenarios envolventes y que nos hacen creer que lo vivimos en primera persona.

El alejarse de la realidad, evadirse totalmente, dejando de socializar como se ha venido haciendo siempre hace que muchos piensen que cada vez las generaciones serán más tecnológicas y centradas en las relaciones con las máquinas, sin saber como interactuar con sus iguales. Y no tenemos que irnos muy lejos... adultos y nuevas generaciones se pasan el día pegados al teléfono, incluso cuando quedamos a cenar o salimos con amigos... en vez de hablar, estamos con dispositivos electrónicos... de aquí a nada será totalmente normal enamorarse y casarse con un muñeco robótico... y la verdad es que es para asustarse y no poco...

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