9 de cada 10 de menores consume semanalmente comida basura

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26/04/2025 - 08:30
Aumenta el consumo de comida basura entre los jóvenes

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La revista Consumer publica los resultados de la encuesta  de Fundación Eroski que ha preguntado directamente a los pequeños de la casa por sus hábitos y preferencias por la comida, lo que ha dado como resultado un trabajo de investigación que refleja la autopercepción que los menores (niños y niñas de 8 a 12 años) tienen sobre sus hábitos y su participación en la alimentación de la familia. En concreto, se preguntó a 2.126 niñas y niños de nueve comunidades autónomas del norte de España, entre mayo y septiembre del 2024.

Consumo elevado de comida basura

En la cúspide de la pirámide alimentaria se encuentran todos aquella comida que hay que consumir muy ocasionalmente. Una amplia variedad de productos que tienen muchas calorías y un alto contenido en sal, azúcares añadidos, grasas saturadas o grasas trans.

El 92 % de los menores encuestados indicó que consume semanalmente hamburguesas, perritos, pizzas y/o patatas fritas, y el 15 % lo hace tres o más veces por semana. Los dulces también son frecuentes en la alimentación de casi todos los menores. El 93 % consume semanalmente bollería, galletas y/o chuches, y el 44 % lo hace tres o más veces por semana.

Lo mismo pasa con las bebidas de consumo ocasional, que son más frecuentes en la dieta infantil de lo recomendado. El 83 % de los niños y niñas consume semanalmente refrescos o zumos, y el 46 % lo hace tres o más veces por semana. Además, el 14 % toma bebidas energéticas de forma semanal.

La buena noticia que se puede desprender tras esta confesión es que prácticamente la mitad de los niños y niñas, concretamente el 44 %, cree que deberían cambiar algunos de sus hábitos alimentarios, como comer más fruta y menos ultraprocesados, además de beber más agua.

Esto es algo que el director de la Fundación Eroski y de la Escuela de Alimentación Eroski, Alejandro Martínez Berriochoa considera un dato esperanzador. “Sobre todo indica que aún se está a tiempo para mejorar, ya que cuando son más mayores, en la adolescencia, comienza a ser más difícil cambiar los hábitos”.

Otro dato que llama la atención es que más de la mitad de las familia, el 54 % de los hogares, utiliza la comida como premio para sus hijos cuando se han portado bien. Esta conclusión pone de manifiesto el elevado porcentaje de hogares –más de la mitad– en los que se utiliza la alimentación como un argumento para premiar a los hijos, lo que desplaza la alimentación en el imaginario de los niños fuera de los hábitos saludables que deben mantener de manera cotidiana. Esto es aún más preocupante cuando gran parte de dichos premios incluyen productos poco saludables, como chucherías, dulces o bollería.

Mayor consumo de bebidas azucaradas en hogares de rentas bajas

El 94 % de los niños y niñas dice consumir agua como bebida principal en sus comidas. Sin embargo, un porcentaje significativo también acompaña sus comidas con zumos (27 %), refrescos con gas (19 %) u otras bebidas (22 %). Esto, sin duda, ensombrece en cierta parte el resultado favorable de la preferencia por el agua, ya que el gran problema es que la quinta parte de los encuestados combina habitualmente el agua con bebidas cuyo consumo recomendado es únicamente ocasional.

“La principal fuente de la ingesta de azúcar y calorías en los niños, son las bebidas dulces. Sin olvidar que al final estos productos de consumo ocasional, terminan siendo consumidos a diario”, añade Berriochoa. Además, este consumo está relacionado con las familias más desfavorecidas, al vincular estos hábitos alimentarios con el nivel de renta, se observó que en aquellos hogares con rentas más bajas el porcentaje de niños y niñas que consumen refrescos con azúcar se multiplica por más de ocho (7,8 % frente a 0,9 %).

Implicar a los niños desde el supermercado

Participar en la cocina y en la comida desde edades tempranas es un hábito muy extendido, según datos de la Fundación Eroski. La encuesta refleja que vamos en la buena dirección, ya que la mayoría de los hogares con niños realizan la lista de la compra teniendo en cuenta la opinión de los pequeños.

En concreto, en el 87 % de los hogares con menores de 8 a 12 años se elabora una lista de la compra, y en el 92 % de los casos se tiene en cuenta la opinión de los niños y niñas al confeccionarla. Además, casi todos menores acompañan a sus padres a hacer la compra, ya sea siempre (45 %) o en ocasiones (52 %).

El hecho de que los niños cocinen con sus padres hace que sean más proclives a probar nuevos alimentos, algo clave para introducirles el concepto de una alimentación saludable y equilibrada. Meter las manos en los fogones es algo que gusta a casi la mayoría de los pequeños, según se desprende de la encuesta.

Concretamente, el 82 % afirma colaborar en casa a la hora de cocinar, ya sea siempre (19 %) o a veces (63 %). Por comunidades autónomas, Navarra y La Rioja es donde colaboran más (86 %), mientras que en País Vasco y Cantabria es donde menos lo hacen (76 %).

El desayuno y la merienda, comidas en soledad

Hasta ahora siempre se ha hablado de la importancia de tomar cinco comidas al día: desayuno, tentempié de media mañana, comida, merienda y cena (es decir, tres comidas principales y dos aportes extra). Y esto es algo que cumplen la gran mayoría de los encuestados. Sin embargo, las nuevas tendencias en alimentación, cada vez más extendidas, empiezan a cuestionarse la importancia del desayuno y la necesidad de realizar cinco comidas diarias.

En concreto, un 10,26 % se salta la merienda y un 5,99 %, el desayuno. Además, estas son las comidas que con más frecuencia realizan solos, sin compañía del adulto. Comer solo a esta edad no es recomendable, ya que suelen sustituir la compañía humana por la de los dispositivos electrónicos. Está demostrado que saltarse la primera comida del día puede estar relacionado con un aumento de peso, ya que incrementa el picoteo entre horas y el consumo de alimentos poco recomendables.

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