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Las competiciones llevan paradas apenas un par de semanas debido al confinamiento. Pero, es el tiempo justo para que les cambien los ritmos a los deportistas de alto nivel. Al no mantener un ritmo competitivo en el que jueguen cada tres – cuatro días, los deportistas ven alterado su escenario desde el inicio de la competición. El ejemplo más claro le podemos ver en el deporte de élite: fútbol y baloncesto. La competición profesional de fútbol comenzó allá por el mes de agosto y, los deportistas intentan alcanzar su pico más alto de rendimiento durante los meses de febrero – marzo.
Durante ese tramo de competición, el fútbol español decide los finalistas a la Copa de Su Majestad el Rey, que durante esta temporada ha estrenado el formato a partido único, las primeras eliminatorias de Champions y uno de los tramos más importantes de la competición doméstica. Como han señalado los estamentos del fútbol, si la competición no se reanuda antes del 30 de junio, cuando expiran los contratos de los jugadores, se podría jugar en verano, recuperar varias jornadas entre semana y jugar en navidad durante la temporada siguiente para llegar con tiempo a la Eurocopa que se disputará en 2021.
Por otra parte, el baloncesto español tiene un primer esfuerzo competitivo en el mes de febrero. La Liga se para, pero ocho equipos con sus jugadores y su cuerpo técnico disputan la Copa del Rey. Es un torneo muy importante sobre todo para los ojeadores americanos que intentarán captar talento para embarcarlo rumbo a Estados Unidos para jugar la mejor competición de baloncesto del mundo, la NBA.
El resto de los deportes, durante un año tan importante como este, el que estaba programado que se celebraran los JJOO en Tokio, se centran en Campeonatos de Europa y del Mundo en busca de puntuaciones mínimas, récords, estar en el ranking para poder ir a la cita deportiva más importante del planeta, o en el peor de los casos, preparar un campeonato preolímpico.
La Universidad Complutense ha preparado un estudio que señala “la pérdida de masa muscular”
La Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha señalado que uno de los problemas más graves desde que se produjo el inicio del confinamiento es la pérdida de masa muscular, fuerza, potencia y equilibrio. La encarga en presentar este estudio ha sido María del Pilar Martín Escudero, investigadora del Departamento de Radiología, Rehabilitación y Fisioterapia, y de la Escuela de Especialización Profesional de Medicina de la Educación Física y el Deporte de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Respecto al confinamiento Martín ha destacado que “En esta época se produce un desentrenamiento de todas las capacidades físicas de los deportistas que provoca, por lo tanto, una pérdida de masa muscular y, por ende, una disminución de la fuerza, de la potencia y del equilibrio. Se pierde también capacidad de resistencia aeróbica, anaeróbica, fuerza, flexibilidad y velocidad. También se pierden capacidades del gesto deportivo”.
Otro de los verdaderos riesgos que corren los deportistas durante la cuarentena son las lesiones
Los entrenamientos que puedan realizarse en casa no serán de la misma calidad y duración que realizan nuestros olímpicos y deportistas de élite durante estos días. Si nos atenemos a lo que comentábamos anteriormente con respecto a que “la competición podría reanudarse en verano”, los clubes deberán hacer una mini pretemporada de entre diez y quince días de duración para poder competir a pleno rendimiento.
Los olímpicos siguen entrenando desde sus casas hasta que el Estado de Alarma y no podrán preparar con sus entrenadores las competiciones. La doctora Martín ha asegurado que “se produce una alteración y una disminución de la masa muscular con modificación de la distribución de algunas fibras musculares, la musculatura se acorta y se pierde elasticidad. Esto produce una disminución importante del glucógeno en el músculo y que afecta a los esfuerzos explosivos”.
Además, la doctora ha vuelto a recalcar que en los deportes de élite hay que plantearse un “período de reacondicionamiento”: “En todos los deportes (ciclismo, futbol, triatlón, natación, etc.) deberían, como mínimo, tener unas dos semanas de reacondicionamiento, tal y como lo realizan muchos deportes antes de las primeras competiciones importantes y después de las vacaciones de verano”.
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