Con una eficacia de filtración del 98 %, es la que más protección ofrece frente a partículas, aerosoles líquidos y patógenos presentes en el medio ambiente.
La medida ya estuvo vigente desde el inicio de la pandemia en 2020 y en 2021 y casi 400 sanitarios se acogieron a ella y se incorporaron a la actividad.
Su uso sería muy similar a los actuales sensores de antígenos: habría que disolver una muestra de la saliva del paciente en una solución tampón y después depositarla en la superficie del sensor.
Sánchez compartió esta “buena noticia” en el acto celebrado en la sede en Madrid del Instituto Carlos III, al que definió como el “buque insignia” de la ciencia española.