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Un reciente informe difundido por la Convención sobre los Humedales expone un panorama inquietante sobre el futuro de estos ecosistemas esenciales. A pesar de su papel determinante en la provisión de agua dulce, alimentos, estabilidad climática y sustento para millones de personas, continúan desapareciendo a un ritmo que pone en jaque su permanencia. Si no se modifica la tendencia actual, para el año 2050 podría perderse hasta un 20 % de los humedales que aún existen en el planeta, lo que implicaría poner en riesgo beneficios valorados en 39 billones de dólares a escala global.
El informe GWO 2025: La evaluación más completa hasta ahora
El estudio, titulado Perspectiva Global sobre los Humedales 2025: Valorar, conservar, restaurar y financiarlos (GWO 2025), constituye la revisión más amplia realizada hasta la fecha sobre el estado de estos ecosistemas. Esta edición integra los avances científicos y económicos más recientes, ampliando el análisis presentado en las versiones de 2018 y 2021. El documento se publica en un momento estratégico, mientras avanzan los preparativos para la 15.ª Reunión de la Conferencia de las Partes Contratantes (COP15), programada para celebrarse en Victoria Falls, Zimbabue, entre el 23 y el 31 de julio de 2025.
Aunque representan tan solo el 6 % de la superficie terrestre, son responsables de generar más del 7,5 % del PIB mundial. Sus servicios ecosistémicos incluyen la depuración de agua, la reducción del riesgo de inundaciones, la seguridad alimentaria y el almacenamiento de carbono, factores esenciales tanto para las economías como para la estabilidad climática. Sin embargo, son el ecosistema que más rápido está disminuyendo: la tasa promedio de pérdida anual asciende al 0,52 %, lo que explica por qué desde 1970 se ha eliminado ya el 22 % de los humedales del planeta, una superficie comparable a más de 500 millones de campos de fútbol.
Un Patrimonio Natural subfinanciado
Para la secretaria general de la Convención, la Dra. Musonda Mumba, la situación actual refleja una contradicción evidente. Según sus declaraciones, los humedales “financian al planeta”, pero aún persiste una inversión desbalanceada que favorece más su degradación que su restauración. Advirtió además que existe una oportunidad económica valorada en 10 billones de dólares que podría desbloquearse mediante la recuperación de estos ecosistemas, aunque el margen de tiempo para actuar se está reduciendo de manera drástica.
Regiones más afectadas y ejemplos de recuperación
El informe revela un dato preocupante: uno de cada cuatro humedales que siguen existiendo se encuentra en mal estado ecológico. Las pérdidas más aceleradas se observan en América Latina, el Caribe y África, regiones donde la presión humana, el cambio climático y la falta de protección ambiental están provocando un deterioro acelerado.
No obstante, el GWO 2025 también destaca experiencias positivas. En las Llanuras del Kafue, en Zambia, una inversión relativamente modesta (300.000 dólares) permitió impulsar nuevas iniciativas vinculadas con la biodiversidad, el manejo hídrico y la generación de ingresos, beneficiando a 1,3 millones de habitantes. En Asia, la Iniciativa Regional de las Rutas Migratorias ha logrado proteger más de 140 de estos ecosistemas esenciales, utilizados por 50 millones de aves migratorias, y cruciales para aproximadamente 200 millones de personas.
El valor estratégico de los humedales para el futuro
Para el Dr. Hugh Robertson, presidente del Panel Científico y Técnico de la Convención y principal autor del informe, los humedales no deben ser considerados un asunto secundario. Sostiene que estos ecosistemas son un pilar del ciclo global del agua, un elemento decisivo para enfrentar la crisis climática y un componente indispensable para la supervivencia humana y de numerosas especies que se encuentran al borde de la extinción.
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