El verano dispara las desapariciones de menores

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25/08/2021 - 08:55
Carteles de menores desaparecidos

Lectura fácil

Los datos sobre desapariciones de menores van a peor, se incrementan y hay que hacer algo para rebajarlos. Más allá de los fríos números, detrás de cada desaparecido hay una historia y una familia que sufre. 

Es más, en verano se triplican los casos. Por eso es importante concienciar a todos los implicados. Y qué mejor que las redes sociales. Es un aviso de la Fundación Anar, que ha puesto en marcha una campaña de prevención. 

Una reacción rápida es vital ante las desapariciones de menores

No hay más que observar sus edades, 15, 16, 14 años. Muchas de las desapariciones de menores en verano se producen en plena adolescencia.

A ello se unen los secuestros parentales y las desapariciones de los más pequeños ligadas, simplemente a un despiste.

Motivos distintos que acaban con ellos en las mismas listas, las de menores desaparecidos.

"Cuando hay una sustracción parental hablamos normalmente de padres separados o divorciados y el verano siempre favorece la movilidad nacional e internacional. Sobre la fuga, puede ser un indicador del grado de conflicto tanto interno del propio adolescente como de la familia. Hay mucha más tensión en casa y a veces no se sabe gestionar. Hay además una falta de rutinas y de horarios respecto al resto del año, más posibilidades de ocio que a veces tampoco están bien supervisadas. El verano no favorece la información sobre dónde está nuestro hijo, con quién, en qué emplea el tiempo...", explica Diana Díaz, directora de las Líneas de Ayuda de Anar.

Entre esas líneas se encuentra el 116000, el número armonizado de la UE para casos de niños desaparecidos, cuya gestión fue adjudicada a esta organización por el Ministerio de Interior en 2010. 

Anar insiste en el alto riesgo que representa cualquier desaparición de un menor de edad e insta a actuar sin demora, evitando esperar en ningún caso 24 horas como erróneamente se suele creer.

Según datos del Ministerio del Interior, el 65 % de las desapariciones que se producen en España son de menores de edad

¿Cuántas veces has escuchado en una película aquello de que hay que esperar 24 horas para denunciar una desaparición? Tanto se repite que está muy extendida entre la población la idea de que es cierto. Pero nada más lejos de la realidad: las primeras horas resultan decisivas para la investigación, sobre todo cuando se trata de la desaparición de niños o de personas mayores.

Cuanto antes se tenga conocimiento del hecho más posibilidades hay de encontrar a la persona con vida. Las autoridades se afanan desde hace años en desmontar este bulo, pero está tan arraigado en la sociedad que se ven en la necesidad de insistir en ello de forma recurrente, más si cabe en un mes como agosto, en el que las desapariciones de menores se triplican.

Desde la Fundación Anar han puesto en marcha una campaña para concienciar y tratar de evitar las desapariciones de menores

Su plataforma es TikTok, la más utilizada por adolescentes. Entre las medidas preventivas de la campaña dirigida a menores se destaca la necesidad de precaución al entablar relaciones con desconocidos a través de redes sociales o de avisar a familiares de dónde y con quién se encuentran.

España registra cada año entre 20.000 y 30.000 denuncias por la desaparición de personas. La inmensa mayoría se resuelven en cuestión de días, pero otros casos se prolongan durante meses o incluso años. Y en aproximadamente el 2 % de las ocasiones la localización no llega a producirse.

Al cierre de 2020 había 4.685 denuncias activas, es decir, pendientes de resolver. Miles de personas pendientes de saber dónde o en qué estado se encontrará su ser querido. 

¿Qué debemos hacer ante una desaparición?

El primer paso que se debe dar cuando se deja de tener señales de un familiar o conocido es acudir a su domicilio o al lugar en el que fue visto por última vez y recurrir a sus contactos.

Si esa persona no está en su domicilio o en alguno de los lugares que suele frecuentar, hay que comunicar inmediatamente la desaparición a las asociaciones especializadas y a la Policía o la Guardia Civil. Las primeras horas son cruciales para actuar.

Cuanto más tiempo pasa las pistas pueden desaparecer. Si lleva un móvil por ejemplo puede quedarse sin batería.

La denuncia debe ir acompañada de cualquier tipo de información que pueda ayudar a los agentes a esclarecer los hechos: datos personales, descripción detallada, una fotografía reciente, posibles enfermedades o tratamientos médicos, personas a las que preguntar...

El Centro Nacional de Desaparecidos (CND), dependiente del Ministerio del Interior, aconseja no tocar los enseres de higiene personal. En el caso de existir el peligro de un secuestro parental, la Fundación Anar remarca la importancia de tener recopilada en lugar seguro documentación como el DNI o el pasaporte del menor, el certificado de nacimiento y empadronamiento, e incluso la recogida de una muestra de ADN.

A partir de ahí, a los familiares y allegados les queda esperar. Poco más pueden hacer.

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