Lectura fácil
La tensión entre el Ministerio de Trabajo y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha alcanzado un nuevo punto de ebullición. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció este jueves desde la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra (Suiza) que el próximo lunes se celebrará la última reunión de la mesa de diálogo social. El objetivo es claro: dar carpetazo a la negociación y aprobar la ampliación de los permisos por fallecimiento y cuidados paliativos antes de que termine el año.
Díaz no ha escatimado en críticas hacia los empresarios tras la escenificación de la ruptura la semana pasada. En declaraciones a los medios, la ministra deploró la actitud de la confederación dirigida por Antonio Garamendi, asegurando que "estamos ante una patronal absolutamente inhumana". Según la titular de Trabajo, el Gobierno cumplirá su compromiso de cerrar 2024 con la normativa actualizada, independientemente de la falta de consenso tripartito.
Una negociación marcada por la discordia
El conflicto se originó el pasado mes de septiembre, cuando Díaz propuso en un desayuno informativo una reforma sustancial del Estatuto de los Trabajadores en materia de licencias. La propuesta incluía elevar los permisos por fallecimiento de familiares de primer y segundo grado hasta los diez días, una medida que busca adaptar la legislación a la realidad emocional y logística que supone la pérdida de un ser querido.
Además, se planteó la creación de un nuevo permiso retribuido de hasta 15 días para casos de cuidados paliativos de familiares cercanos, así como la incorporación de un día libre para aquellos trabajadores que deban acompañar a una persona a someterse al derecho a la muerte digna (eutanasia). Aunque los sindicatos CCOO y UGT criticaron inicialmente las formas por no haber llevado la propuesta primero a la mesa de diálogo, coincidieron plenamente en el fondo. Sin embargo, la patronal se cerró en banda.
La urgencia de los permisos por fallecimiento y cuidados
La postura del Ministerio es que la regulación actual ha quedado obsoleta y resulta cruel en momentos de vulnerabilidad personal. Díaz ha reiterado que disponer de solo dos días cuando muere un padre, una madre o un hijo, o cuando estos se encuentran en cuidados paliativos, es "del todo insuficiente". Por ello, la modificación de los permisos por fallecimiento se ha convertido en una bandera irrenunciable para su departamento en este final de legislatura anual.
La ministra argumentó en Suiza que la actitud de la CEOE no responde a razones económicas, sino ideológicas. "Todo era mentira", afirmó en referencia a las peticiones de la patronal para negociar. Según Díaz, "lo que ha hecho la patronal es levantarse de esa mesa, sencillamente porque no quiere algo que es de sentido común". A su juicio, la estrategia empresarial no era buscar un punto medio en la duración de los permisos por fallecimiento, sino bloquear la existencia misma de nuevas licencias retribuidas.
Choque frontal con Garamendi
La relación con Antonio Garamendi se ha tensado notablemente. Tras el anuncio inicial, el presidente de la CEOE cargó duramente contra lo que calificó de "ocurrencias" de la ministra, llegando a ironizar con que él mismo pediría una semana de permiso para "descansar" de las propuestas de Díaz. Esta reacción fue el preludio de una negociación fallida donde, tras varias reuniones, no fue posible el acuerdo.
El Ministerio, ante el bloqueo, advirtió la semana pasada que seguiría adelante solo con el apoyo de las organizaciones sindicales. La ministra insistió este jueves en que "querían diálogo social y han tenido diálogo social", pero que la verdadera intención de la patronal es que "no haya permisos retribuidos en nuestro país", bloqueando sistemáticamente cualquier avance en derechos como la mejora de los permisos.
De la empatía empresarial a la ley
Finalmente, Yolanda Díaz quiso reconocer que la realidad en muchas empresas españolas ya supera a la legislación vigente. Admitió que hay muchos empresarios que, de manera "natural" y empática, permiten a sus empleados acogerse a más días libres de los estipulados cuando sufren una desgracia familiar. Sin embargo, para Trabajo, esto no puede depender de la arbitrariedad o la buena voluntad del empleador de turno.
Se trata, según explicó, de elevar a rango de ley lo que ya sucede de facto en los entornos laborales más humanos, garantizando que todos los trabajadores tengan derecho a unos permisos por fallecimiento dignos, sin necesidad de pedir favores. Con la reunión del próximo lunes, el Gobierno pretende sellar un acuerdo con los sindicatos que blinde estos derechos y actualice el marco de protección social ante la muerte y la enfermedad grave, cerrando así el debate sobre la idoneidad y duración de los permisos por fallecimiento en España.
Añadir nuevo comentario