Los expertos cuestionan la eficacia de los cierres perimetrales

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19/04/2021 - 08:45
Una mujer, separada de su nieto por una ventana | Foto: freepik

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Durante los meses de pandemia ha prevalecido el cierre de fronteras nacionales y la limitación de movilidad entre distintas regiones y provincias. ¿Pero hasta qué punto son efectivas esas medidas?

Un grupo de ingenieros que analiza la evolución de los contagios y de los fallecimientos por la pandemia de Covid-19 ha empezado a cuestionar la “falta de eficacia” de las restricciones de movimientos entre regiones, conocidos como cierres perimetrales, que aplican la mayoría de las comunidades, ya que han detectado que “no han limitado en nada el crecimiento del ratio” de casos.

El grupo de expertos recomienda acelerar el proceso de vacunación retrasando la segunda dosis a personas mayores

Así consta en un informe, al que ha tenido acceso Servimedia, elaborado por cuatro profesores de la Universidad Politécnica, que juntos conforman el equipo de ‘Modelo matemático dinámico para facilitar decisiones críticas calculando consecuencia futuras de actuaciones realizadas’, coordinado por Rafael Cascón.

Estos expertos recomiendan acelerar el proceso de vacunación retrasando la segunda dosis a personas mayores para que haya otras que puedan recibir antes la primera, puesto que está demostrado que el riesgo de padecer la enfermedad de forma grave “se reduce de 0 % al 80 %” con la primera inyección mientras que la segunda "solo sube del 80 % al 92 %".

Además, aducen que “aplazar la dosis 42 días no pierde efectividad”, lo cual permitiría anticipar la primera vacunación a mucha más gente y, en consecuencia, reducir el riesgo de infección para las personas más mayores.

Es urgente aplicar medidas que puedan remediar esta mortalidad y la aceleración de la vacunación parece la más efectiva

Por el contrario, “no conviene confiarse en medidas como la perimetración por comunidades, que se insiste en seguir aplicando, cuando no parece demostrar eficacia”.

El último informe de estos cuatro analistas pone de manifiesto que el cierre perimetral de comunidades e incluso por provincias en algunos casos, no sirvió para frenar los contagios, “especialmente en los periodos festivos, al no evitar la interrelación social sin protección”.

Como ejemplo, señalan el caso de la Comunidad Valenciana, que fue “la que más reforzó su perimetración en Navidades, impidiendo la salida y entrada de su comunidad” incluso a los que tenían familiares en otras regiones. “Con muchísima diferencia, fue en la que más impactó la tercera ola, y con una diferencia grandísima con la media nacional y con las otras comunidades”.

También citan el caso de Madrid, que en otoño restringió los movimientos por municipios. Aseguran que el análisis posterior de los datos concluye que aquello “ni contribuyó a reducir el ratio de reproducción ni los contagios, que ya se habían estabilizado”, mientras que en el resto de España “se observó una subida del ratio de reproducción que se mantuvo alto, aumentaron los contagios y luego las muertes”.

Irse al pueblo, más eficaz que cerrar fronteras para frenar la pandemia

La rápida propagación de la pandemia de Covid-19 se debe, en parte, a la elevada densidad de población de las grandes ciudades, donde las aceras abarrotadas, los grandes edificios y el transporte público facilitan la transmisión del virus y obligan, para evitarla, a adoptar restricciones y medidas tan drásticas como el confinamiento domiciliario o los cierres perimetrales. En las zonas rurales, sin embargo, la situación no es tan acuciante, ya que el espacio disponible para cada persona es mucho mayor.

Por simple lógica, vivir en zonas menos pobladas durante una pandemia resulta más seguro que hacerlo en las grandes urbes. Pero los alcaldes de los pueblos y ciudades pequeñas, que también quieren mantener a la gente segura, ven con recelo la migración de los habitantes de las grandes urbes al medio rural.

En un artículo de la revista Chaos, un equipo de investigadores ha puesto a prueba esta hipótesis para descubrir si, efectivamente, el confinamiento y las prohibiciones de viaje son las formas más efectivas de frenar la propagación de una enfermedad pandémica. En concreto, compararon los efectos de esas medidas con los que tendría el movimiento de personas de las ciudades más grandes a las más pequeñas. Y descubrieron que esa "migración unidireccional" a las zonas rurales menos pobladas resultaría mucho más efectiva que los cierres perimetrales.

Por todo esto, varios expertos sostienen que los cierres perimetrales de territorios solo tienen sentido en áreas concretas con "elevados índices de contagios y tendencias crecientes" de nuevas infecciones, ya que de ese modo sí se consigue frenar la extensión a otras zonas del país poco afectadas por el coronavirus en ese momento.

En cualquier caso, insisten en que “realmente lo que más eficaz está resultando para minimizar esta pandemia es la vacunación” y recomiendan seguir el ejemplo de Reino Unido de espaciar la primera y la segunda dosis porque así “se optimizan” y se inmunizan a más personas en menos tiempo.

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