El riesgo cardiovascular se puede reducir gracias a unos hábitos saludables correctos como hacer ejercicio físico. Según los estudios, proporcionan una ventaja adicional sin los efectos secundarios de los fármacos.
Según un estudio, la electroestimulación del cuerpo “aumenta la intensidad del entrenamiento y reduce el tiempo necesario para obtener beneficios similares o incluso mejores que los del ejercicio convencional”.