La Navidad puede resultar confusa y estresante para las personas con Alzheimer, pero también es una oportunidad para estimular recuerdos y emociones positivas mediante la reminiscencia.
Llorar no es debilidad. Ayuda a manejar las emociones, reduce el estrés y fortalece las relaciones. En niños, favorece la expresión emocional y la empatía.
La Comunidad de Madrid presenta CONFÍA, un programa para mejorar la salud mental de deportistas de élite con conferencias, podcasts y apoyo psicológico, enfocándose en prevención y manejo de desafíos emocionales.