El turismo oscuro en relación a la ética, la memoria y el dolor

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29/04/2024 - 17:30
El turismo oscuro y las emociones de las personas

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¿Qué tienen en común un castillo de torturas, un cementerio descuidado y un lugar de desastre nuclear? A primera vista, parecen sitios aterradores, pero atraen a multitudes de visitantes ansiosos por explorarlos.

El turismo oscuro crece entre el público

El turismo oscuro está en auge, atrayendo a un número creciente de personas hacia lugares cargados de historia trágica y oscura. Aunque pueda parecer macabro, este fenómeno refleja un morbo humano hacia la muerte y la tragedia. 

Desde los antiguos torneos de gladiadores hasta ejecuciones públicas en el siglo XVII, la fascinación por lo macabro ha perdurado a lo largo de la historia. Hoy en día, estos sitios traumáticos y zonas de conflicto bélico son destinos turísticos populares, generando importantes ganancias para la industria del turismo

Sin embargo, surge el debate ético sobre la explotación de la tragedia con fines comerciales y si estas visitas realmente contribuyen a la comprensión y la memoria histórica o simplemente satisfacen la curiosidad morbosa de los turistas.

Emociones intensas y miedo atractivo

El turismo oscuro ha ido ganando popularidad desde que se acuñó el término hace tres décadas. El profesor Óscar Navajas de la Universidad de Alcalá ha estado explorando este fenómeno desde 2006, investigando las motivaciones detrás de aquellos que se sienten atraídos por lugares de tragedia y trauma. Desde museos de tortura medieval hasta campos de concentración como Auschwitz, estos sitios oscuros atraen a personas en busca de lo trágico y lo histórico.

Incluso en los tiempos más recientes, lugares como Wuhan, epicentro de la pandemia de COVID-19, han atraído la atención de los turistas oscuros. Navajas señala que estos sitios generan emociones intensas y permiten a los visitantes experimentar de primera mano los eventos que ocurrieron allí. A menudo, los sentimientos de lástima, miedo, resistencia o perdón están presentes. 

Este tipo de turismo suele ser practicado por personas occidentales con un alto poder adquisitivo, que se sienten seguras y buscan experiencias que les permitan explorar lo desconocido desde una distancia segura.

Los expertos aseguran que debemos abordar la memoria traumática de manera educativa

La cuestión ética en torno al turismo oscuro es compleja. Si bien puede generar ingresos para las comunidades locales, también plantea interrogantes sobre cómo se maneja el aspecto humano de estas visitas. ¿Cómo podemos hacer que los turistas se comprometan emocionalmente con las comunidades afectadas en lugar de ser meros espectadores de la tragedia?

El investigador sugiere que es hora de abordar la memoria traumática de manera más educativa, convirtiendo estos lugares en centros para promover valores y derechos humanos. Esto requeriría un enfoque cuidadoso en la narración de historias en los museos, enfatizando lecciones positivas para evitar la repetición de errores del pasado. 

Por último, se destaca la importancia de evitar que estos espacios se conviertan en meras atracciones de turismo con fines lucrativos, enfocándose en objetivos pedagógicos en lugar de económicos.

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