
Lectura fácil
Unos cien estudiantes de Formación Profesional se han implicado en un proyecto Dualiza destinado a mejorar la calidad de vida de tres menores con discapacidad en Zeanuri (Vizcaya), a través de la transformación de un aula multisensorial adaptada a sus necesidades. Esta iniciativa ha sido reconocida como una de las más innovadoras a nivel nacional en la Convocatoria de Ayudas de CaixaBank Dualiza y FPEmpresa.
El Arratiako Zulaibar Lanbide Ikastegia ha presentado recientemente este proyecto educativo interciclos que ha reunido a cerca de un centenar de alumnos para transformar un aula multisensorial, adaptándola a las necesidades de tres niños con discapacidad de la comarca de Arratia.
Aula multisensorial nacida de la colaboración entre centros
La propuesta, seleccionada por CaixaBank Dualiza y FPEmpresa, surge a raíz de la apertura este curso de un aula estable en la escuela pública de Igorre, destinada a estudiantes con necesidades educativas severas que no pueden integrarse en aulas convencionales. Con recursos limitados, el centro buscó colaboración en su entorno y encontró en Zulaibar un socio clave para enriquecer la intervención mediante el desarrollo de un aula multisensorial.
Los ciclos formativos de Integración Social y Atención a Personas en Situación de Dependencia se encargaron de diseñar actividades inclusivas basadas en un análisis detallado de las necesidades del aula. Paralelamente, los estudiantes de Automatización y Robótica Industrial, junto con Diseño en Fabricación Mecánica, desarrollaron materiales interactivos programables a medida para que los menores pudieran relajarse, comunicarse y experimentar mediante estímulos sensoriales adaptados.
Eva de las Heras, coordinadora del proyecto, destacó la gran implicación del alumnado, que ha aplicado sus conocimientos para impactar positivamente en la vida de personas cercanas a su comunidad.
Como parte del trabajo, los estudiantes de los ciclos sociales realizaron prácticas en el aula de Igorre para comprender mejor el entorno y luego lideraron actividades en el aula multisensorial de Zulaibar. Esta colaboración directa permitió ajustar y perfeccionar los prototipos desarrollados por los alumnos técnicos.
Espacio multisensorial
El espacio multisensorial, dotado con una tablet central que controla diversos dispositivos, se ha ampliado con nuevos elementos diseñados por los propios estudiantes: desde columpios adaptados hasta módulos interactivos que reaccionan al tacto o a estímulos auditivos. Todo ello con la finalidad de trabajar el manejo de impulsos, la estimulación visual y la regulación emocional.
Esta colaboración ha convertido el proyecto en un auténtico laboratorio de innovación pedagógica. La metodología empleada, basada en el aprendizaje colaborativo a través de desafíos y el aprendizaje-servicio, ha impulsado tanto el desarrollo de habilidades técnicas como la conciencia social del alumnado. La iniciativa ha generado interés en otros centros educativos de la región, que ya han solicitado información para implementarla.
Inclusión, bienestar y educación para todos
“El aula multisensorial es una herramienta transformadora: permite intervenir con niños con discapacidad, pero también resulta beneficiosa para estudiantes con hiperactividad, personas mayores o usuarios con deterioro cognitivo”, explican desde la institución.
Los responsables del proyecto destacan que, con esta propuesta centrada en el desarrollo de un aula multisensorial, Zulaibar fortalece su rol como actor educativo con impacto social, demostrando cómo la formación profesional puede contribuir de manera activa al desarrollo del entorno y a mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
Añadir nuevo comentario