El extraño pico craneal que nos ha creado el uso del teléfono

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18/06/2019 - 10:48
Extraño pico

Lectura fácil

Un equipo de investigadores de la Universidad de Sunshine Coast, en Australia, creen que la razón por la que cada vez más personas, especialmente los más jóvenes, están desarrollando un extraño pico de hueso justo encima del cuello, en la base del cráneo.

El uso frecuente del teléfono móvil, no sólo limita la vista y hace que nos alejemos de la realidad, y nos cree una adicción seria, sino que también podría estar cambiando la forma de nuestros cráneos.

"Protuberancia occipital externa", así se llama al nuevo bulto óseo

El extraño pico, puede llegar a ser tan grande que es posible sentirlo al presionar con los dedos. David Shahar, científico en la universidad australiana, lleva ejerciendo cómo facultativo desde hace 20 años, y afirma, que cada vez son más los pacientes que tienen ese abultamiento en la base del cráneo.

Para el investigador, se trata de una fascinante prueba de cómo nuestro organismo no deja nunca de cambiar

Shahar cree que ese nuevo refuerzo óseo tiene que ver con el hecho de estar doblando continuamente el cuello en incómodos ángulos para mirar las pantallas de móviles y tabletas.

La cabeza humana tiene un peso promedio de 4,5 kilogramos, y al inclinarla continuamente hacia delante para visualizar la pantalla de tablets o del teléfono móvil, se obliga al cuello a soportar todo ese peso durante mucho más tiempo de lo normal.

Para el investigador, es más que probable que al aumentar la presión justo en el punto en el que los músculos del cuello se adhieren al cráneo, nuestro cuerpo haya respondido colocando ahí un extraño pico de hueso para reforzar.

Este extraño pico se muestra como una protuberancia puntiaguda, que consigue distribuir el peso de la cabeza en un área más grande.

Análisis de radiografías en 218 pacientes jóvenes

En 2016, Shahar y sus compañeros de investigación, hicieron público un análisis en la revista Journal of Anatomy en el que se exponían las radiografías de 218 pacientes jóvenes, entre 18 y 30 años, para determinar cuántos de ellos tenían esos bultos.

Los picos más normales, debían medir por lo menos 5 milímetros, mientras que los que se habían agrandado, duplicaban ese tamaño.

El 41 por ciento de los individuos estudiados tenía el pico óseo agrandado, y un 10 por ciento llegó a mostrar esa protuberancia de al menos 20 milímetros.

Los investigadores hallaron que las protuberancias de mayor tamaño eran más comunes en hombres que en mujeres. El más grande que encontraron fue el de un varón, que contaba con 35,7 milímetros.

En febrero del año pasado, se publicó otro estudio en Nature. Esta vez, se analizaron 1.200 individuos con edades comprendidas entre los 18 y los 86 años.

Se encontraron picos agrandados en el 33 por ciento de los integrantes del grupo. Además, los participantes de entre 18 y 30 años de edad contaban con ese extraño pico, en cambio los de generaciones anteriores no.

Además, de que son esas generaciones más jóvenes los que tienen todas las papeletas para desarrollar ese hueso, en vez de las generaciones más mayores.

Las espinas de hueso seguirán creciendo, si no se cambian los hábitos y a nadie le molesta. Ya que, rara vez son causa de problemas médicos.

Según David Shahar, la única solución posible si ese extraño pico comienza a molestarnos, será dejar de utilizar tanto el teléfono móvil.

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