El CERMI reclama apoyos reales para que las personas con discapacidad puedan formar una familia

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha lanzado una petición firme al Gobierno y a las instituciones públicas: apoyos reales, efectivos y específicos para que las personas con discapacidad puedan crear y mantener una familia en igualdad de condiciones.

Esta demanda, recogida en un manifiesto reciente, busca visibilizar una realidad muchas veces ignorada: las personas con discapacidad también tienen derecho a formar una familia, ser madres y padres, y vivir su vida afectiva sin barreras sociales, económicas o institucionales.

El Cermi denunció las “dificultades de todo orden” a las que se enfrentan las personas con discapacidad para fundar y mantener una familia, un derecho reconocido en el artículo 23 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006, dedicado al respeto del hogar y de la familia.

El Cermi apuntó que algunos elementos que “entorpecen” el derecho a crear una familia por parte de este sector de la población son las restricciones jurídicas en el caso de adopción cuando los progenitores son personas con discapacidad o en la asignación de la custodia de los hijos en los procesos de separación y divorcio, en este mismo supuesto.

Falta de apoyo a las familias monoparentales con miembros con discapacidad; dificultad de acceso al bien básico de la vivienda, que se encarece si la familia tiene en su seno a personas con discapacidad, o una protección social debilitada y discontinua, que no tiene suficientemente en cuenta las situaciones de discapacidad son otras dificultades.

Obstáculos invisibles pero persistentes

Formar una familia puede convertirse en un camino lleno de obstáculos para las personas con discapacidad. A pesar de los avances legislativos en materia de igualdad y derechos, persisten prejuicios sociales, falta de apoyos específicos y dificultades de acceso a servicios básicos, como la vivienda adaptada, el acompañamiento a la crianza o la asistencia personal.

Además, algunas políticas públicas no tienen en cuenta las necesidades concretas de este colectivo, lo que genera una doble discriminación: por tener discapacidad y por querer ejercer su derecho a la vida familiar. Según el CERMI, esto vulnera tanto la Constitución como la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Medidas concretas para una inclusión real

El CERMI propone una batería de medidas para hacer frente a esta desigualdad estructural:

• Acceso prioritario a viviendas accesibles y adaptadas para familias con miembros con discapacidad.
  
  
• Apoyo económico a la crianza, teniendo en cuenta las necesidades específicas que puedan surgir.
  
  
• Formación a profesionales de servicios sociales y sanitarios sobre derechos y necesidades de este colectivo.
  
  
• Planes de conciliación adaptados y asistencia personal para padres y madres con discapacidad.
  
  

Asimismo, el CERMI pide campañas institucionales que visibilicen la diversidad familiar y rompan con los estigmas que aún pesan sobre las personas con discapacidad como madres y padres.

Un derecho humano y un reto social

Garantizar el derecho a formar una familia no es solo una cuestión de justicia social, sino también de cumplimiento de los derechos humanos. El CERMI recuerda que todas las personas tienen derecho a la vida familiar y afectiva, sin discriminación.

Para ello, reclama voluntad política, recursos y una mirada inclusiva en el diseño de políticas públicas. Solo así se podrá construir una sociedad en la que todas las personas, con o sin discapacidad, puedan desarrollar su proyecto de vida en libertad e igualdad.