FAMMA pide la creación de un registro de maltratadores de personas dependientes

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29/08/2020 - 08:01
Cartel de Famma

Lectura fácil

En los centros y residencias de mayores trabajan personas muy capacitadas que desarrollan su labor de manera admirable. Sin embargo, la falta de recursos que ha provocado la crisis del coronavirus, ha llevado a muchas residencias a contratar a personal no cualificado. Estas personas no sólo no están preparadas a nivel educativo para estos puestos, sino que además, no están preparadas a nivel psicológico.

Las personas mayores necesitan una atención continua. No podemos permitir que hechos como los que han ocurrido en una residencia de Terrasa, donde dos auxiliares de enfermería presuntamente maltrataron a una residente, vuelvan a repetirse.

Se disparan los casos maltratato a personas dependientes en residencias

El maltrato a personas dependientes puede adoptar diversas formas, como el maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y el abuso de confianza en cuestiones económicas. También puede ser el resultado de la negligencia, sea esta intencional o no.

Los casos de abusos a personas mayores son más frecuentes de lo que pensamos y en su mayoría provienen directamente de sus cuidadores. Hasta hace poco, este grave problema social se ocultaba a la vista del público y se consideraba como un asunto esencialmente privado. Incluso hoy en día, el maltrato de los ancianos sigue siendo un tema tabú, por lo común subestimado y desatendido por sociedades de todo el mundo. Sin embargo, cada día hay más indicios de que el maltrato de los ancianos es un importante problema de salud pública y de la sociedad.

Ante esto, la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA Cocemfe Madrid) solicita la creación de un registro de maltratadores de personas dependientes.

Según precisó la federación a través de un comunicado, el registro tendría como objeto la inhabilitación de los maltratadores para trabajar con personas dependientes y, en caso de estudiantes en prácticas profesionales, que sean expulsados de los centros educativos correspondientes.

Para la Federación este registro debe “garantizar” que los maltratadores de personas con movilidad reducida con gran dependencia, ya sea de nacimiento o sobrevenida por enfermedad, accidente o por la edad, “no tengan posibilidad de reincidir”.

El presidente de FAMMA, Javier Font, defendió que, “entre todos, tenemos que trabajar para proteger a las personas dependientes de personas villanas como las que han maltratado a esta mujer mayor, sin posibilidades de defenderse y humillada hasta su máximo exponente por su situación de incapacidad”.

Según argumentó Font, “de igual forma que para tener licencia de armas o de conducir, por los riesgos y responsabilidad que conlleva, hay que superar unos exámenes de aptitudes y conocimientos, para trabajar con personas dependientes se debería disponer una cualificación y verificación de las aptitudes psicológicas”. “Independientemente de que se trate de un enfermero, un asistente personal o un celador, porque cualquier persona no vale para atender a personas dependientes”, apostilló.

A juicio de la federación, legislar “con un castigo serio y medidas de control para la prevención de este tipo de actitudes dignificaría la profesión, aún más, y serviría para proteger la labor de los grandes profesionales que atienden a los más vulnerables”.

Para ello, FAMMA pone a disposición de las víctimas y su entorno su servicio jurídico para que puedan informarse y denunciar en un registro de maltratadores, los malos tratos con todas las garantías en caso de que se produzca un acto de estas características.

El problema existe en los países en desarrollo y desarrollados y por lo general no se notifica en grado suficiente en todo el mundo

Tan solo en unos pocos países desarrollados hay tasas de prevalencia o estimaciones, que se sitúan entre un 1% y un 10%.

Si bien cree que se trata de “actos minoritarios”, el presidente de FAMMA condenó “rotundamente” comportamientos como los de las dos auxiliares de Terrassa que, a su entender, “deben servir para poner en marcha medidas legales en la Comunidad de Madrid”, con un primer paso que sea conseguir la inhabilitación de los agresores para trabajar con personas dependientes.

La federación estimó necesario “visibilizar decididamente” el fenómeno de la violencia contra los adultos dependientes

“Con el objeto de que dicha percepción redunde en una disminución de una de sus mayores vulnerabilidades, la invisibilidad”.

La federación juzgó “fundamental” el reconocer la labor de asistencia personal o de auxiliar de enfermería “de tantas y tantas personas que asisten o atienden a personas dependientes con cariño, afecto y gran vocación profesional”.

Las formas de definir, detectar y resolver el maltrato de los ancianos tienen que enmarcarse en el contexto cultural y considerarse junto con los factores de riesgo que tienen una especificidad cultural.

Desde los puntos de vista sanitario y social, si los sectores de atención primaria de salud y servicios sociales no están bien dotados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando casi oculto. Luchemos por la creación de este registro de maltratadores.

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