Fiapas advierte sobre el riesgo de los juguetes sonoros para la salud auditiva

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26/12/2025 - 08:26
Un niño y una niña ríen con un juego que emite sonidos | Foto de Fiapas

Lectura fácil

En plena Navidad las cartas a los Reyes Magos y a Papá Noel se llenan de peticiones. Entre muñecas, coches y juegos de construcción, los juguetes electrónicos con luces y sonidos ocupan un lugar destacado en los deseos de los niños. Sin embargo, detrás de esa música pegadiza o de esa sirena de policía de juguete se esconde un riesgo invisible pero muy real. La Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) ha lanzado una advertencia clara recogida por la agencia Servimedia: algunos juguetes sonoros pueden dañar gravemente el oído infantil si no se eligen y utilizan con precaución.

La preocupación de los expertos no es infundada. Vivimos en una sociedad cada vez más ruidosa y los niños están expuestos a la contaminación acústica desde edades muy tempranas. Si a esto le sumamos dispositivos de ocio que superan los umbrales de seguridad recomendados, el resultado puede ser una generación con problemas auditivos precoces, como la hipoacusia inducida por ruido, que es acumulativa e irreversible.

El peligro de los decibelios: límites que no se deben cruzar

El núcleo de la alerta de Fiapas reside en la intensidad del sonido. Según la normativa vigente, los juguetes no deberían superar los 80-85 decibelios (dB), un nivel comparable al ruido de una calle con mucho tráfico o un despertador fuerte. Sin embargo, muchos dispositivos en el mercado, especialmente aquellos de menor calidad o que no cumplen estrictamente con la normativa europea, rozan o superan estos límites.

El oído de los niños es mucho más sensible que el de los adultos. Su canal auditivo es más pequeño, lo que amplifica la presión sonora que llega al tímpano. Fiapas recuerda que una exposición continuada a ruidos fuertes —como la música repetitiva de un videojuego portátil o el estruendo de un robot— puede dañar las células ciliadas del oído interno. A diferencia de otras células del cuerpo, estas no se regeneran. Una vez que mueren, la capacidad auditiva se pierde para siempre. Además, los ruidos de impacto (sonidos cortos y muy fuertes, como disparos de pistolas de juguete o explosiones) son especialmente peligrosos, ya que pueden causar un trauma acústico inmediato (perforación timpánica) incluso en una sola exposición.

El juguete pegado al oído

Uno de los puntos más críticos que destaca Fiapas es la discrepancia entre las pruebas de laboratorio y la realidad del juego. La normativa europea que regula la seguridad de los juguetes mide los decibelios a una distancia estándar (generalmente unos 50 centímetros), asumiendo que esa será la distancia a la que el niño jugará. Sin embargo, la realidad en el salón de casa es muy distinta.

Los niños, especialmente los más pequeños, tienden a explorar el mundo con todos sus sentidos. Es muy común que cojan el juguete sonoro y se lo lleven directamente a la oreja para "escuchar mejor" o sentir la vibración. En ese momento, la intensidad del sonido que recibe el tímpano se dispara exponencialmente. Un juguete que a medio metro emite 80 dB (seguro), pegado a la oreja puede superar los 100 dB, entrando en la zona de riesgo de daño inmediato. Por ello, la confederación insiste en que la supervisión de los padres es fundamental, más allá de lo que diga la etiqueta de "seguro".

Consejos de Fiapas para una compra segura y responsable

Ante este panorama, ¿qué pueden hacer las familias para proteger a sus hijos sin renunciar a la diversión?

Fiapas ofrece una serie de recomendaciones prácticas para esta campaña navideña:

  1. Buscar el marcado CE: Es la garantía mínima de que el producto cumple con las normas de seguridad de la Unión Europea. Hay que desconfiar de juguetes sin etiquetado claro.
  2. Probar antes de comprar: Si es posible, accionar el juguete en la tienda. Si al adulto le resulta molesto o muy fuerte, para el niño será perjudicial.
  3. Control de volumen: Priorizar juguetes que tengan regulador de volumen o interruptor de apagado.
  4. Evitar juguetes ruidosos para menores de 3 años: Los bebés son los más vulnerables y no tienen el reflejo de apartarse si algo les molesta.
  5. Vigilar los auriculares: En el caso de adolescentes y preadolescentes, el uso de cascos para videojuegos o música debe limitarse en tiempo y volumen (regla del 60/60: no más del 60 % del volumen durante no más de 60 minutos).

La salud auditiva es un regalo que debe durar toda la vida. Elegir juguetes que estimulen sin agredir es la mejor manera de cuidar el futuro de los más pequeños.

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