Una nueva terapia génica experimental logra devolver la audición en ciertos casos de sordera genética

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28/08/2025 - 08:21
Persona mayor con sordera

Lectura fácil

En el vasto y complejo universo de la genética humana, pocas cosas son tan delicadas como el desarrollo del sistema auditivo. Un minúsculo error en un único gen puede provocar un silencio de por vida. Durante décadas, la única respuesta a la sordera congénita profunda ha sido tecnológica: audífonos para amplificar el sonido o implantes cocleares para sortear la parte dañada del oído. Pero ahora, la ciencia ha abierto una puerta que parecía cerrada para siempre: la de la reparación biológica. Por primera vez, una terapia génica ha conseguido recuperar la audición parcial en varios niños que nacieron con una forma hereditaria de sordera, marcando un hito que redefine el futuro de la otología.

Este ensayo clínico pionero, desarrollado por un consorcio internacional de investigadores y publicado recientemente en una revista médica de alto impacto, no es un simple avance; es un cambio de paradigma. Demuestra que es posible corregir un defecto genético directamente en el oído interno, ofreciendo una esperanza real y tangible a miles de familias en todo el mundo y consolidando la medicina regenerativa como la gran promesa del siglo XXI.

El origen del silencio: la mutación en el gen OTOF

El éxito de esta terapia se ha centrado en una forma muy específica de pérdida auditiva, causada por una mutación en el gen OTOF. Este gen tiene una misión crucial: dar la orden para producir una proteína llamada otoferlina, que es esencial para el correcto funcionamiento de las células ciliadas del oído interno. Estas células son las encargadas de convertir las vibraciones del sonido en las señales eléctricas que el nervio auditivo envía al cerebro.

En los niños con esta mutación, toda la estructura del oído está intacta, pero las células ciliadas son incapaces de "comunicarse" con el nervio auditivo porque les falta la proteína mensajera. Es como tener un micrófono perfectamente funcional, pero sin el cable que lo conecta al altavoz. El resultado es una sordera neurosensorial profunda desde el nacimiento.

Reparando el código genético: ¿cómo funciona esta innovadora terapia?

La genialidad de la terapia génica aplicada en este ensayo reside en su precisión molecular. No busca paliar los síntomas, sino atacar la raíz del problema. El procedimiento se basa en una sofisticada técnica de bioingeniería:

  1. El vehículo de reparto: Los científicos utilizan un vector viral adenoasociado (AAV). Se trata de un virus modificado en laboratorio para que sea completamente inofensivo; se le ha despojado de su capacidad de causar enfermedad y se utiliza únicamente como un "taxi" biológico, un sistema de entrega de alta precisión.
  2. La carga preciosa: Dentro de este virus-taxi, los investigadores introducen miles de copias funcionales y saludables del gen OTOF.
  3. La entrega de alta precisión: Mediante una microcirugía altamente especializada, esta solución cargada con los virus modificados se inyecta directamente en la cóclea (el "caracol") del oído interno del paciente.
  4. La corrección: Una vez dentro, los vectores virales infectan las células ciliadas y les entregan la copia correcta del gen OTOF. Estas células, ahora con las instrucciones correctas, comienzan a producir la proteína otoferlina que les faltaba.

El "cable" de comunicación entre el oído y el cerebro queda así reparado. Las células ciliadas pueden, por fin, enviar las señales auditivas al nervio, y el cerebro empieza a percibir el sonido.

Los resultados

Los resultados del ensayo, aunque preliminares, han sido espectaculares y profundamente emotivos. Tras varias semanas de la intervención, varios de los niños participantes, que antes no respondían a ningún estímulo sonoro, comenzaron a mostrar respuestas medibles. Pudieron reaccionar a sonidos, girar la cabeza hacia una fuente de ruido e incluso empezar a percibir el habla.

Para sus familias, ha sido un milagro presenciado en tiempo real. Para la comunidad médica, es la prueba de concepto que llevaban décadas esperando. A diferencia de un implante coclear, que estimula el nervio con señales eléctricas artificiales, esta terapia restaura la función biológica natural del oído. Los expertos recalcan que se necesita más tiempo para evaluar la seguridad a largo plazo y la durabilidad del efecto, pero las expectativas son inmensas.

Implicaciones para el futuro de la salud auditiva

Este avance trasciende el síndrome específico causado por el gen OTOF. Es la primera vez que se demuestra de forma concluyente que la terapia génica puede ser segura y eficaz para tratar una forma de sordera congénita. Esto abre una vía de investigación para abordar otras de las más de 150 mutaciones genéticas que se sabe que causan pérdida auditiva.

Las terapias génicas ya están revolucionando el tratamiento de enfermedades en otros campos como la oftalmología (con la aprobación de Luxturna para una forma de ceguera hereditaria) o la hematología. Ahora, es el turno de la otología. A medida que se perfeccionen los vectores virales, las técnicas quirúrgicas y nuestro conocimiento del genoma humano, podríamos estar entrando en una nueva era en la que muchas formas de sordera de origen genético dejen de ser una condición permanente para convertirse en una enfermedad tratable a nivel molecular. Es, sin duda, uno de los avances más esperanzadores de la medicina moderna, que promete transformar el silencio en sonido.

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