El secreto de las focas, ¿sabes cómo detectan el oxígeno para sobrevivir bajo el agua?

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13/04/2025 - 11:30
Focas nadando, una madre y su cría

Lectura fácil

Los mamíferos marinos, como las focas, han desarrollado una capacidad extraordinaria para sobrevivir en el medio acuático: pueden detectar directamente los niveles de oxígeno en su sangre, una habilidad que la mayoría de los mamíferos no posee.

Esta capacidad les permite calcular con precisión el momento adecuado para regresar a la superficie antes de que la falta de oxígeno ponga en riesgo su vida. Así lo confirma un estudio publicado en la revista Science, realizado por Chris McKnight, de la Universidad de Exeter (Reino Unido), y Jessica Kendall-Bar, de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos).

Las focas y sus adaptaciones para la vida submarina

Los mamíferos que respiran aire han tenido que desarrollar estrategias especializadas para sobrevivir en entornos acuáticos. Entre estas adaptaciones se incluyen la capacidad de almacenar grandes cantidades de oxígeno en la sangre y los músculos, así como la regulación de su temperatura corporal para resistir el frío extremo. Sin embargo, el mayor desafío evolutivo sigue siendo evitar el ahogamiento.

Aunque pueden tolerar niveles bajos de oxígeno mejor que otros mamíferos, su supervivencia depende de saber con exactitud cuándo deben salir a la superficie. En la mayoría de los mamíferos terrestres, esta regulación se basa en la detección de altos niveles de dióxido de carbono (CO2) en la sangre, lo que provoca una sensación de falta de aire. Sin embargo, en las focas este mecanismo funciona de manera diferente.

Un estudio revelador

Para comprobar si las focas pueden percibir directamente los niveles de oxígeno en su sangre, los investigadores llevaron a cabo un experimento con focas grises (Halichoerus grypus) en estado salvaje. El objetivo era analizar cómo variaban sus patrones de buceo en función de las fluctuaciones en la concentración de oxígeno y dióxido de carbono en el aire que respiraban antes de sumergirse.

Los resultados fueron reveladores: la duración de la inmersión estaba estrechamente relacionada con los niveles de oxígeno en la sangre, pero no se vio afectada por la concentración de CO2 o el pH sanguíneo. Incluso cuando se expusieron a niveles de CO2 hasta 200 veces superiores a los del aire ambiente, las focas no alteraron el tiempo que permanecieron bajo el agua. En cambio, cuando la concentración de oxígeno se duplicaba o se reducía a la mitad, el tiempo de inmersión cambiaba significativamente.

Una ventaja evolutiva clave

Este descubrimiento proporciona evidencia de que las focas poseen una capacidad cognitiva que les permite evaluar sus niveles de oxígeno en tiempo real y ajustar su comportamiento en consecuencia. Esta habilidad representa una ventaja crucial para su supervivencia, ya que les permite maximizar el tiempo que pasan sumergidas sin correr el riesgo de ahogarse.

La investigación abre nuevas líneas de estudio sobre la fisiología de los mamíferos marinos y podría tener aplicaciones en la medicina humana, especialmente en el campo de la hipoxia y la regulación del oxígeno en el organismo. Estos hallazgos refuerzan la importancia de continuar explorando los mecanismos que permiten a los animales adaptarse a entornos extremos y sobrevivir en condiciones que, para la mayoría de las especies, resultarían letales.

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