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La implantación de la jornada intensiva no solo mejora la conciliación entre la vida laboral y familiar, sino que también favorece una gestión más eficiente del personal durante los periodos estivales, cuando muchas personas disfrutan de sus vacaciones, señala Fernando Calvo, director de People & Culture en Hays. Según datos de esta consultora, alrededor del 50 % de las compañías en España ya adoptan esta modalidad durante los meses de verano.
Esta práctica responde a una demanda creciente por parte de los trabajadores, que valoran cada vez más disponer de mayor tiempo libre, convirtiéndose en un aspecto casi imprescindible dentro de las propuestas de valor que ofrecen las empresas.
La jornada intensiva se está consolidando especialmente en sectores donde la presencia física no es un requisito esencial ni se controla estrictamente la jornada laboral por horas. Áreas como finanzas, consultoría y departamentos centrales de distintas compañías lideran esta tendencia, particularmente en puestos orientados a resultados. Por el contrario, industrias que requieren una atención presencial constante, como la hostelería o el comercio minorista, todavía enfrentan dificultades para implementar esta modalidad.
Efecto tangible de la jornada intensiva en productividad y compromiso
Aunque podría suponerse que disminuir las horas laborales durante el verano perjudicaría la productividad, en realidad, el cambio en la mentalidad y la mejor conciliación entre vida personal y trabajo generan un efecto positivo. “Los empleados suelen mostrarse más motivados y comprometidos, lo que se traduce en un desempeño estable durante los meses estivales”, explica el director. De hecho, algunas compañías optan por implementar la jornada intensiva en verano, redistribuyendo las horas trabajadas a lo largo del año, aumentando la jornada en temporadas de alta demanda y reduciéndola en verano, buscando así un equilibrio óptimo.
Lejos de ser un simple beneficio adicional, la jornada intensiva se ha consolidado como una política fundamental en la gestión de recursos humanos. Según Calvo, “aunque no suele ser el motivo principal para cambiar de empleo, sí es un factor clave para mantener la satisfacción y retención del talento. Eso sí, para que funcione adecuadamente, es fundamental evitar prácticas como contactar a los empleados fuera de su horario reducido, reforzando así su percepción como un verdadero valor añadido”.
Preferencias del talento: jornada continua y teletrabajo, la combinación ideal
Especialistas de Hays subrayan que, desde la pandemia, la conciliación laboral se ha convertido en la prioridad principal para los candidatos. “La jornada continua junto con la opción de trabajar desde el lugar de vacaciones conforman la combinación perfecta para atraer talento. Estos dos aspectos pesan mucho a la hora de evaluar ofertas durante el verano”, señala Calvo.
Cuando se consulta a los candidatos sobre las medidas que prefieren para lograr un mejor equilibrio en verano, la jornada intensiva encabeza con un 47 %, seguida muy de cerca por el teletrabajo, con un 45 %. Solo un 7 % prefiere vacaciones más flexibles y un 2 % considera que no hacen falta cambios. Este dato refleja cómo las nuevas generaciones valoran el tiempo concentrado y la flexibilidad para gestionar su vida laboral, especialmente en épocas donde sus necesidades personales aumentan.
La experiencia de compañías que han implementado estas medidas de manera estándar, como algunos bancos, demuestra que la jornada intensiva puede extenderse a otros momentos del año o convertirse en una práctica común en ciertos sectores. Además, con las recientes iniciativas gubernamentales para reducir la jornada laboral, esta modalidad gana relevancia como una opción flexible, siempre adaptándose al ritmo del negocio y a las expectativas de los clientes.
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