Lectura fácil
La Fundación del Español Urgente, la FundéuRAE, promovida por la Real Academia Española (RAE) y la Agencia EFE, ha otorgado el título de palabra del año 2025 al vocablo arancel. Esta elección no es casual; según los criterios de la institución, la palabra ganadora debe poseer un especial interés lingüístico y haber desempeñado un papel protagonista en el panorama informativo de los últimos doce meses.
En esta ocasión, el término ha saltado de los manuales técnicos de economía a las conversaciones de café y a los titulares de apertura de los informativos en todo el mundo. La vigencia de esta voz, que ya figuraba en el Diccionario de autoridades de 1726, demuestra cómo la actualidad geopolítica puede rescatar términos clásicos y convertirlos en piezas fundamentales del léxico cotidiano.
Un conflicto global impulsado por el arancel
El factor determinante para este nombramiento ha sido la convulsión en el comercio internacional. Durante 2025, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca marcó el inicio de una agresiva política proteccionista. El mandatario estadounidense cumplió sus amenazas de implementar un nuevo arancel a las importaciones provenientes de socios estratégicos como China y la Unión Europea.
Esta medida no solo generó tensiones diplomáticas, sino que provocó un efecto dominó en los mercados financieros globales. La frecuencia con la que se citaba este impuesto aduanero en debates públicos y análisis macroeconómicos hizo que su uso se disparara de manera exponencial, alejándolo de la exclusividad de los especialistas. El patronato de la fundación, presidido por Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, subrayó precisamente este fenómeno: la democratización de un tecnicismo que ahora cualquier ciudadano comprende y utiliza para explicar el encarecimiento de los productos.
Las once finalistas frente al término arancel
La competencia para alzarse con el galardón fue intensa, con una lista de finalistas que reflejan las crisis y cambios sociales del año. Entre las doce candidatas se encontraban voces como apagón, debido al colapso energético que sacudió la Península Ibérica en abril; macroincendio, por los devastadores fuegos del verano; y preparacionista, término que define a quienes se organizan ante catástrofes inminentes.
El contexto bélico y social también estuvo presente con palabras como rearme, macrorredada, dron o generación Z. Incluso la política y la religión tuvieron su espacio con trumpismo y papa, este último motivado por el cónclave que eligió a León XIV. Sin embargo, ninguna de estas opciones logró superar la omnipresencia del arancel en la esfera pública. Cada vez que una nueva mercancía era gravada en la frontera, el término reafirmaba su posición dominante en el lenguaje de 2025.
Veinte años velando por el español urgente
El anuncio de este año tiene una relevancia especial, ya que coincide con el vigésimo aniversario de la creación de la Fundéu. La institución nació en 2005 como evolución del Departamento de Español Urgente de la Agencia EFE (fundado en 1981), con el objetivo de resolver dudas lingüísticas en el vertiginoso mundo de internet y las redes sociales.
Desde 2013, la fundación elige anualmente una palabra que resuma el espíritu de la época. Al sumar el arancel a una lista histórica que incluye términos como dana (2024), polarización (2023) o inteligencia artificial (2022), la FundéuRAE cumple su misión de observar cómo el idioma se adapta a la realidad. En un año donde el comercio se convirtió en un campo de batalla semántico, el arancel se erige como el testigo lingüístico de una era marcada por el regreso de las fronteras económicas.
Añadir nuevo comentario