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La desconfianza hacia la tecnología sigue creciendo entre los consumidores españoles. Un nuevo estudio revela que la mayoría percibe que la inteligencia artificial resta humanidad al trato con las empresas y despierta inquietud por la privacidad de los datos. Pese a ciertos avances en innovación y productividad, la población mantiene una actitud cautelosa ante un futuro cada vez más automatizado.
Casi siete de cada diez españoles perciben una pérdida de humanidad en los servicios
El 67 % de los españoles, es decir, casi siete de cada diez, considera que la inteligencia artificial está provocando una pérdida de humanidad en la atención que reciben de empresas y servicios. Esta percepción ha aumentado dos puntos respecto al año anterior y se acompaña de una preocupación creciente por la gestión de los datos personales: el 58 % teme que su privacidad no esté suficientemente protegida.
Estas conclusiones proceden del informe trimestral Panorama by Kantar, que analiza la confianza y las expectativas del consumidor. El estudio muestra cómo la presencia cada vez mayor de la inteligencia artificial en la vida cotidiana genera sentimientos encontrados entre los ciudadanos. Si bien muchos reconocen sus ventajas tecnológicas, la mayoría teme que el trato humano se diluya en favor de la automatización.
Inteligencia artificial frente a desconfianza
Aunque la percepción general sigue siendo cautelosa, se detectan señales de apertura. El 50 % de los encuestados asocia la inteligencia artificial con avances en innovación, y el 43 % la vincula con un aumento de la productividad. Sin embargo, las valoraciones positivas se ven superadas por las reservas: solo tres de cada diez personas creen que esta tecnología mejorará su calidad de vida, y apenas una cuarta parte confía en que repercuta favorablemente en la calidad de los productos o servicios.
Los españoles identifican tres ámbitos donde la aplicación podría resultar realmente beneficiosa: el transporte y la movilidad, la salud y el bienestar, y la mejora del rendimiento laboral. En esos sectores se percibe un equilibrio más claro entre la eficiencia tecnológica y la atención personal.
Confianza del consumidor y situación económica
Durante el tercer trimestre de 2025, el índice de confianza del consumidor español se ha mantenido estable, situándose en -6,8 puntos frente a los -7,5 del mismo periodo de 2024. Aunque el indicador sigue en terreno negativo, la ligera mejora refleja una sensación de recuperación lenta pero constante.
A pesar de ello, los hogares continúan mostrando prudencia en su gestión económica. Tres de cada cuatro españoles afirman poder cubrir sus gastos mensuales sin grandes dificultades, aunque un 20 % reconoce que llega con esfuerzo a final de mes. En cuanto al ahorro, ocho de cada diez consumidores aseguran disponer de cierto margen para reservar dinero, una cifra que se ha mantenido estable durante el último año.
Expectativas sobre el empleo
El informe también revela que la percepción sobre el mercado laboral apenas ha cambiado. Un 38 % de los encuestados cree que el desempleo aumentará en los próximos doce meses, mientras que solo un 7 % teme perder su trabajo a corto plazo.
En definitiva, los datos reflejan una sociedad que avanza hacia la adopción de la inteligencia artificial, pero que todavía busca un equilibrio entre la eficiencia tecnológica y el componente humano. La confianza de los consumidores sigue siendo frágil, y el reto principal consiste en lograr que la inteligencia artificial se perciba no como una amenaza, sino como una herramienta al servicio de las personas.
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