Cómo actuar si tu mascota sufre un golpe de calor

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10/07/2021 - 10:30
Cabeza de un perro

Lectura fácil

Nuestras mascotas no transpiran de la misma manera que nosotros, de hecho, lo hacen ligeramente a través de las almohadillas de sus patas y regulan su temperatura interna abriendo la boca. Por todo esto, en verano hay que estar especialmente vigilantes para que el animal no sufra un golpe de calor, algo que puede resultar muy peligroso e incluso fatal.

Hoy os contamos qué hacer y cómo evitar los golpes de calor en mascotas.

Si quieres ser un propietario responsable es importante que sepas reconocer los síntomas de un golpe de calor en tu animal

La temperatura de un perro es de unos 38 grados y que se considera normal incluso si llega a los 39,2 grados, no más. Eso sí, no es lo mismo la temperatura que puede arrojar el termómetro si la mascota acaba de hacer ejercicio o ha estado al sol que en reposo. En los casos en los que ha estado activo hace unos instantes o al sol, la temperatura será más alta. Por otro lado, los cachorros tienen una temperatura corporal menor que los adultos. Se considera normal si se encuentra entre los 34 y 36 grados.

Un caso de golpe de calor requiere una actuación inmediata por lo que no debemos dudar en llevarlo al veterinario ante la mínima sospecha.

Si esto no fuera posible, nos debemos centrar en hacer que su temperatura baje de los 42ºC. Podemos refrescarlo con un poco de agua no muy fría pues produce vasoconstricción y hace perder menos calor. También podemos ponerle en la cabeza una bolsa de plástico con hielo machacado o darle cubitos de hielo para que, chupándolos, recupere un poco agua.

Es importante darle de beber agua regularmente para evitar que nuestra mascota se deshidrate.

Aunque el animal haya bajado la temperatura, aún no está fuera de peligro pues sus órganos internos pueden estar dañados. Por ello, debemos llevarle al veterinario para que unos análisis de sangre nos digan si su organismo funciona correctamente.

Síntomas de un golpe de calor en tu mascota

Para saber si tu mascota sufre un golpe de calor tendrás que observarlo y estar pendiente de él durante los días con las temperaturas más extremas.

Es fundamental que estés alerta ante las siguientes señales para detectar un golpe de calor a tiempo:

  • El animal está confuso, tiene ansiedad y muestra aturdimiento.
  • Saliva excesivamente, fuertes jadeos y gemidos, encías muy rojas.
  • Tiene la piel caliente al tacto o incluso tiene convulsiones.
  • Le aumenta el ritmo cardíaco.
  • Presenta diarrea.
  • Se tambalea y se cae.
  • Se tumba y es reacio a volver a levantarse.

Cómo NO actuar ante un golpe de calor

Hay acciones que debemos evitar en estos casos:

  • No debemos envolver o cubrir al animal con toallas porque el calor permanece en vez de salir.
  • No utilizar agua completamente helada para bajarle la temperatura porque podemos provocarle daños en el cerebro.
  • Si ya hemos conseguido que el animal baje de los 42ºC, no es preciso enfriarlo más porque podemos provocarle una hipotermia.

Las causas más frecuentes de que un perro sufra un golpe de calor están relacionadas con la falta de atención y negligencia del dueño

Es así, la mayor parte de las veces que esto ocurre es por nuestra culpa. A continuación, te contamos las causas más frecuentes de golpe de calor en perros:

  • El perro se tumba a tomar el sol y se queda dormido. Es cierto que nuestra mascota necesita su dosis de sol para metabolizar la vitamina D y seguro que a diario o muchos días a la semana, sale a que le dé el sol. El problema es que se quede dormida y pase más tiempo del que debe bajo el sol. Su temperatura corporal subirá y puede que ni sea capaz de moverse. Por lo tanto, lo mejor es observarle y moverle a un sitio de sombra.
  • Paseos en horas centrales del día. Está claro que el perro necesita salir para hacer sus necesidades y puede que el momento de necesidad coincida con una hora potente de sol. En ese caso, sácale para que haga sus necesidades y ya. Deja el paseo largo para otro momento pues podría sufrir un golpe de calor.
  • Dejar al perro en el coche. Un coche en verano puede convertirse fácilmente en un horno y es que un vehículo estacionado al sol puede alcanzar hasta 80 grados de temperatura. Ni para un recadito rápido dejes al peludo dentro. Ni con el aire acondicionado. Este no actúa tan efectivamente con ellos como con nosotros.
  • Dejar al perro fuera de casa. El perro no puede permanecer bajo ningún concepto todo el día en el exterior. Las horas de mediodía pueden ser infierno para él. Además, si hace humedad, la combinación de esta con el calor y la imposibilidad de que el animal busque otro lugar, aumentará su temperatura y con ello el riesgo de sufrir un golpe de calor.

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