Vox lo vuelve a hacer: la polémica estalla tras la colocación de la 'lona del odio' en una calle céntrica de Madrid

Muchos ciudadanos madrileños estos días habrán observado con sorpresa y estupor una enorme lona que cubre unas cuantas decenas de metros de un edificio situado entre la calle Alcalá y Goya, un punto altamente céntrico. Su diseño no es especialmente creativo ni sutil, pero sí altamente provocador, como la gran mayoría de propaganda política a la que nos tienen acostumbrados desde Vox. Y por su puesto, la polémica no se ha hecho esperar.

No es la primera vez que Vox nos regala propaganda cargada de mensajes de rechazo, odio y provocación al descontento y a la rabia. Al fin y al cabo, estos son dos de las emociones a las que lleva apelando este partido desde que inició sus andadas. Podemos recordar el cartel que comparaba a menores extranjeros no acompañados, con auténticos delincuentes pese a su situación de vulnerabilidad, pero que por supuesto eran los responsables de quedarse con las pensiones de nuestros mayores.

La 'lona del odio' de Vox

Las elecciones del 28M no se libraron de ese mismo mensaje de Vox, con un cartel en el que aparecían nombres de procedencia generalmente árabe, a los que se les concedían ayudas al alquiler, mientras las personas 'de aquí' se quedaban sin ellas. Pero su osadía ha sido aún mayor para las elecciones generales que nos esperan el próximo 23j, cuando han decidido colgar una lona enorme representando un cubo de basura en el que caen algunos símbolos.

Símbolos que representan a la Agenda 2030, los movimientos por la igualdad de género, al colectivo LGTBI+, la bandera comunista y la de Cataluña. El lema es bien sencillo "Decide lo que importa". Por supuesto todo ello junto a la promesa de libertad, seguridad, fronteras y familia entre otras, y uno no puede evitar preguntarse... ¿A quién van dirigidas todas esas promesas, si hay que eliminar los movimientos que defienden los derechos humanos y la igualdad como la Agenda 2030 de la ONU o el feminismo?

Por supuesto tanto desde el Gobierno como desde diferentes colectivos ya se han presentando quejas, denuncias y mensajes de rechazo frente al discurso incendiario de Vox. El ministro del Interior, Grande-Marlaska, respondió que: "No me corresponde a mí decir si es delito de odio pero la gravedad, en ese sentido, es manifiesta. Esas conductas donde se pone en tela de juicio al diferente o la defensa y la riqueza de la diversidad no generan convivencia (...) y fomentan discursos más incendiarios y delitos de odio".

Decide lo que importa

A Vox no le falta razón en su eslogan "Decide lo que importa", porque de hecho el tipo de reglas del juego en política que intentan imponer estos partidos de corte populista ultraderechista, nos obliga a decidir. Pero no a hacerlo sobre si queremos un gobierno más conservador o progresista, sino más bien a si queremos vivir en una democracia o en un sistema político en el que la confrontación, el odio y la falta de respeto a los derechos básicos humanos es el pan de cada día.

Vox nos llama a decidir si queremos seguir por el camino de la lucha contra el cambio climático, por el de mejorar los espacios para que sean más inclusivos e igualitarios, por la protección de los océanos y los ecosistemas, por el respeto a la mujer y sus derechos, por la libertad a poder amar a quien nosotros decidamos y por la libertad a poder pensar diferente, frente a un país que se construya con fronteras al pensamiento, los derechos humanos y a la democracia.