El mundo levanta las manos para hacer del planeta un lugar más inclusivo, en el que todos, sin discriminación, cuenten y tengan acceso a los mismos derechos.
Millones de personas con discapacidad son capaces de disfrutar de la programación televisiva gracias a una serie de servicios de accesibilidad, que son el subtitulado, la interpretación en lengua de signos y la audiodescripción.