El Gobierno prevé reconocer, mediante la ley que regula el lenguaje de signos, la sordoceguera como un elemento único por sus características. Se prevé que esté lista para finales de año.
Se trata de un potente recurso para alcanzar una mejor conexión y un mayor acceso a la información de las personas sordociegas que no pueden recibir los mensajes, ni auditivamente, ni por medio de la lectura labial.