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Una nueva tendencia viral en redes sociales propone dejar de lavar el rostro durante semanas en nombre del “cuidado natural”. Sin embargo, especialistas advierten que esta práctica, conocida como “piel de cavernícola”, puede acarrear serios riesgos para la salud cutánea.
La preocupante moda de la “piel de cavernícola” que inquieta a los dermatólogos
Las redes sociales se han convertido en una fuente inagotable de tendencias relacionadas con el cuidado personal. Entre rutinas de belleza y recomendaciones de productos, también emergen prácticas que, lejos de ser beneficiosas, pueden poner en riesgo la salud. Una de las más recientes y controvertidas es la llamada "piel de cavernícola", una tendencia que consiste en no lavarse el rostro ni aplicar productos durante semanas o incluso meses.
Todo comenzó con la viralización de vídeos donde algunos usuarios, principalmente en TikTok, compartían su experiencia dejando de usar cualquier producto facial. La justificación detrás de esta práctica es permitir que la piel "se autorregule", libre de interferencias externas. El caso más difundido es el de una joven que decidió abandonar su rutina de cuidado facial habitual con la esperanza de que se regenerara de forma natural.
Sin embargo, las imágenes mostraban un rostro con evidentes signos de deshidratación, descamación e incluso manchas oscuras. A pesar de estos síntomas visibles, algunos seguidores apoyaron su decisión, alegando que los productos cosméticos convencionales suelen alterar la barrera cutánea. Esta visión, aunque bien intencionada, ha generado una fuerte respuesta por parte de profesionales de la dermatología.
¿Qué dicen los especialistas?
Diversos dermatólogos han alzado la voz ante el auge de esta práctica. La doctora Yury Nahidú Pardo ha señalado que lo que algunos identifican como "regeneración" en realidad podría tratarse de dermatosis neglecta, una condición dermatológica provocada por la falta de higiene. Esta afección se manifiesta con manchas oscuras, placas escamosas y una acumulación visible de suciedad, grasa y células muertas.
Al contrario de lo que muchos creen, esta acumulación no es una barrera protectora ni un signo de sanación, sino un foco potencial de infecciones. Además, puede agravar problemas existentes como el acné, la dermatitis o incluso favorecer la aparición de infecciones bacterianas.
La doctora María Lia Pieretti, especializada en dermatología pediátrica, también ha alertado sobre este fenómeno, explicando que esta condición puede desarrollarse sobre todo en zonas con pliegues cutáneos como el cuello, axilas e ingles. Según su experiencia, la limpieza suave y regular es fundamental para prevenir este tipo de trastornos.
Higiene equilibrada: la clave del cuidado facial
Es cierto que el uso excesivo de cosméticos puede resultar contraproducente, especialmente si se aplican sin criterio. Pero eso no significa que eliminar completamente la higiene facial sea la solución. Una rutina de cuidado equilibrada, adaptada al tipo de piel de cada persona, sigue siendo lo más recomendable.
Los expertos insisten en que lavarse la cara dos veces al día con productos suaves, hidratar adecuadamente y evitar el uso excesivo de exfoliantes o tratamientos agresivos es suficiente para mantener la piel saludable.
Aunque la protagonista de esta tendencia recomendó a sus seguidores consultar con profesionales antes de replicar su experiencia, muchos usuarios podrían ignorar esta advertencia. La influencia de las redes sociales es fuerte, y prácticas sin respaldo científico pueden extenderse rápidamente.
Como siempre, ante cualquier cambio radical en la rutina de cuidado personal, lo más sensato es acudir a un dermatólogo y evitar decisiones basadas únicamente en lo que se ve en pantalla.
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